[ https://ask.fm/MeiSakurai/answers/145113840032 ]
«Yaboku»
– Escucho gente a los alrededores, el odio de un Dios es muy elevado, el festival esta a unas cuantas cuadras, si nos apresuramos habran varios puestos vacios. – Mencionó, mientras el Chico, pensando detenidamente como llegar mas rápido y se le ocurre una idea, ni siquiera le pregunto a la chica si ella quería o no, la sostiene en brazos como una damisela en apuros, la observó a los ojos con una profunda inexpresividad y dio un gran salto, Yukine le seguia a sus espaldas, comenzaba a saltar los techos casa por casa hasta llegar a unos pasos del primer puesto, estaba todo completamente decorado, habían puestos de comida, máscaras, vestimenta, juegos, entre otras cosas, luces de lámparas de papel iluminaban el cielo con bellas melodías de instrumentos tradicionales japoneses sonaban en el fondo, era todo muy hermoso.
El Dios baja de entre sus brazos a la peli-rosada con delicadeza, asegurándose que estuviera bien y no se arruinara aquel kimono ni su peinado, afortunadamente todo parecía bien, obviamente no abrió la boca en ningún segundo, era mas callado de lo común, a diferencia del Yato tan parlanchín que ella acostumbraba.
– Escucho gente a los alrededores, el odio de un Dios es muy elevado, el festival esta a unas cuantas cuadras, si nos apresuramos habran varios puestos vacios. – Mencionó, mientras el Chico, pensando detenidamente como llegar mas rápido y se le ocurre una idea, ni siquiera le pregunto a la chica si ella quería o no, la sostiene en brazos como una damisela en apuros, la observó a los ojos con una profunda inexpresividad y dio un gran salto, Yukine le seguia a sus espaldas, comenzaba a saltar los techos casa por casa hasta llegar a unos pasos del primer puesto, estaba todo completamente decorado, habían puestos de comida, máscaras, vestimenta, juegos, entre otras cosas, luces de lámparas de papel iluminaban el cielo con bellas melodías de instrumentos tradicionales japoneses sonaban en el fondo, era todo muy hermoso.
El Dios baja de entre sus brazos a la peli-rosada con delicadeza, asegurándose que estuviera bien y no se arruinara aquel kimono ni su peinado, afortunadamente todo parecía bien, obviamente no abrió la boca en ningún segundo, era mas callado de lo común, a diferencia del Yato tan parlanchín que ella acostumbraba.
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Mei Sakurai
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