Para entender a los personajes históricos, siempre hemos dicho que se debe analizar primero el contexto en el que vivieron.
La generación del 98, una España que aún no ha asumido que ha dejado de ser una potencia mundial, y que vuelca su patriotismo en el ultramar, el cristianismo como símbolo de identidad frente al racionalismo europeo o el rápido paso de una sociedad rural con valores tradicionales a una 'proletarización' forzosa... etc.
Ramiro Ledesma nos importó el nacionalismo revolucionario en estado puro, aportando un contenido filosófico hispano.
Aunque con la inmediatez de la guerra, no le dió tiempo a desarrorarlo, por lo que tuvo que permitir a 'falsos fascistas', sin formación ideológica, a los que tan sólo atraía el anticomunismo.
Por lo que su revolución social fue devaluada por la derecha rancia y reaccionaria, al haber antepuesto la cantidad a la calidad. Una constante que se repite en los fascismos europeos de la época. Es por ello que no existe un evolución doctrinaria tras su muerte, como ocurre en otras ideologías.
Respecto a Jose Antonio, fue el mejor organizador y orador de su época, por lo que contó con un mayor apoyo y entusiasmo de la juventud. Convirtiéndose en un mito, que como todos, ha sido manipulado tanto por franquistas, como antifranquistas.
Como Ramiro y el resto de fascismos antes de la guerra, cometió el mismo error, de buscar el apoyo de de liberales para financiar delegaciones y propaganda, los cuales no dudarían en traicionarle en cuanto tomaron el poder (atentado contra Mola).
Además de no haber roto con un clericalismo o un ejército que estaba muy metido en política, que le obligaba a posicionarse junto a ellos, por el acoso de una izquierda hostil y radicalizada.
Lo que influyó en el posterior fracaso de un verdadero programa revolucionario, cuyo estado social y laico, nada tenían que ver con el militarismo católico y apolítico.
Si hubieran contado con más tiempo, por culpa de la maldita guerra, estamos seguros que las circunstancias habrían sido otras para el 'movimiento' (al igual que en el resto de Europa) pero que en España urgía más, por su revolución 'pendiente', tras una guerra civil constante, desde la época de Napoleón.
Por lo que desaparecido hoy el comunismo (como el feudalismo monárquico que le dió origen). Nos situamos en una nueva oportunidad histórica de desarrollar DESDE LA BASE, esa revolución social con la que soñaron.
Puesto que su patriotismo no nació para arrastrarnos a nuevas guerras civiles entre hermanos (como el antifascismo añora), sino para devolver la soberanía a nuestros pueblos, frente a los mercados.
Recordemos como ellos no les frustraba tanto el vencer en unas elecciones, como en salir en tertulias, sino por hacer cambiar una sociedad desde la base, a través de la formación y las movilizaciones; quedándonos mucho trabajo por hacer.
View more