❤〖✧sαкυяα нιмιηε✧〗❤

Sakura aún mantenía su mirada aún lado, estaba apenado y avergonzado, no sabía que hacer exactamente en ese tipo de situación por que nunca había pasado por algo como eso y ante la atenta mirada de aquel apuesto peli-blanco se sentía bastante indefenso, admitía que aún estaba apenado. En eso, escucha aquella masculina voz haciéndole recorrer un escalofrío por toda su columna.
?"P..Para nada joven Dante.. lo que pasa es que..yo quería..traerte este té para que te..relajes"?
Le dijo en ese tono suave y bajito pero a la vez tímido, juraba que intentaba mirarlo a los ojos y cuando lo miraba de reojo sentía la mirada devoradora del Albino encima de su cuerpo, y eso le hacia sentirse nervioso como apenado, es que, esa mirada no la iba a olvidar. Tomó aire tratando de hacer caso para verlo a la cara y así lo hizo, escuchando se por medio esa coquetería en su haciéndolo temblar y sonrojarse de una manera adorable.
?"J..Joven Dante..yo..yo"?
Pero en cuando finalmente logró finalmente verlo, escuchó la tos del menor haciendo que el se le acercara rapodamente, parecía que no había escuchado o entendido lo que el había dicho. Preocupado, se sentó jusgamente en la orilla de su cama tocando delicadamente su frente.
?"G..Gomenasai Joven Dante, yo.. creo que fue mi culpa.. no debí dejar la puerta abierta.. lamento que halla tenido que verme.."?
Lo miró a los ojos teniendo ese brillo de culpa en sus lindos ojitos azules, hasta pasó su mano por la mejilla del guapo hombre para ver si no temía nada grave.

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Ahí estaba el, totalmemte desnudo en aquella habitación abrazandose a si mismo un poco con un sólo brazo mientras que el otro reposaba tranquilamente sobre su mejilla mirando la ropa que se iba a poner, no dejaba de pensar en lo que de había imaginado en la ducha y eso le hacía ponerse nervioso y avergonzado, debía alejar esos pensamientos y así lo hizo. Debía preparar el té a su huésped.
Estaba por ponerse los boxers primero, pero cuando la puerta de su habitación fue abierta dando paso a la luz del pasillo no evita voltear de golpe viendo que; la persona que había entrado diciendo esas palabras fue el albino menor. Abrió los ojos de par en par y su respiración se agitó agarrando la toalla tirada en el suelo para tapar su desnudez.
?"¡D..Dante, por Dios..!"?
Logró decir totalmente apenado, avergonzado y muy sonrojado, claro estaba tan sonrojado que fuera del planeta se veía un puntito rojo, si, ese era Sakura. Su respiración se agitó y su corazón latía a mil que no tardó el rápidamente ponerse su ropa empezando por la ropa interior y terminar con el Short, se mira al espejo notando que su rostro estaba rojo y no evita llevarse las manos a las mejillas temblando ligeramente.
?"M..Me vio..desnudo..Dios mío~"?
Susurró para si mismo bastante apenado, ¿ahora como lo miraría a la cara? Precisamente debía ir a la cocina a preparar un té para el. Suspira, pero después, sonríe tiernamente sabiendo que el no soltó algún quejido de asco cuando vio su cuerpo parecido al de una chica ¿será que acaso el ya mo aceptaba como era? Ojalá que si. Miró hacía los lados y se acerca al tocador de su habitación, cepillar su cabello dejándolo desamarrado y toma un perfume con olor a frambuesas con vainilla echandoselo en su cuerpo y cuello.
Se mordió delicadamente el labio y se levanta saliendo de la habitación en silencio, cerrando la puerta detrás de el y caminando a la cocina a pasos rápidos pasando aún lado de la habitación ajena, el cual miró por unos breves segundos y bajó la escalera a la cocina. Ahí, tomó una olla con agua y la puso en la cocina para hervirla, mientras esperaba preparó el Anís y se fue a la sala para ponerse unas pantuflas. Al cabo de unos segundos volvió a la cocina apagando la llama; comenzó hacer el te en una tazas de porcelana china y puso la tetera aún lado.
?"Le llevaré unas galletas"?
Sonrió dulcemente y preparó un pequeño plato de galletas con chocolate, lo puso sobre una charola junto con la tacita de té y subió las escaleras, pero había un pequeño detalle que le hacía sentir un hormigueo en el estómago. Habían pasado por un momento vergonzoso ¿cómo se verian a la cara después de eso? Bueno, el trataría de no lucir nervioso y avergonzado, pero el sonrojo eso sí que no lo podía controlar.
Una vez llegando a la habitación, se puso frente a la puerta y su corazón automáticamente comenzó a palpitar de forma rápida, ¿por que se ponía así? ¿acaso era la vergüenza?

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Una vez dentro de la ducha, comenzó a quitarse aquella desgarrada ropa, primero fue dejar su camisa rota dentro de la canasta de la ropa sucia dejando al descubierto su hermoso torso con unas hermosas curvas (no tan exageradas) parecidas a las de una mujer. Se desabrocha el pantalón y se lo quita delicadamente dejando ver unas suaves, blancas y torneadas piernas con unas anchas caderas, para finalmente quitarse ese boxers blanco hasta quedar totalmente desnudo.
Por la parte trasera de sus caderas tenía un tatuaje de una hermosa mariposa, muchos decían que era un tatuaje pero, realmente nació con esa marca. Se quita el moño de su cabello y este cae como cual cascada por su espalda, no era tan largo, pero le llegaba a más abajo de la cintura.
?"Espero que el se sienta cómodo estando aquí... ¿y si se entera que yo puedo.. dar a luz? Me tachara como raro.."?
Se mordió delicadamente el labio dejando que el agua mojara su delicado su cuerpo. Cierra sus ojos dejándose que el agua se llevara esos problemas, pero tenía miedo y eso le carcomia la mente un poco.
?"No.. No pienses en eso, seguro el.. lo entenderá, ¿verdad?.."?
La duda era como un agujero en la cabeza, no dejaba de pensar en eso y su corazón se encogia al imaginarse al menor irse de su vida. Sacudió su cabeza apartando esos pensamientos, sólo quería relajarse ¡eso es! Relajarse.
Tomó un jabón y se lo pasó por todo su cuerpo, por sus nalgas, sus piernas, muslos y finalmente su aplanado vi entre; pero su mente comenzó a trabajar picaronamente sin darse cuenta, imaginandose al menor desnudo. Un inmenso sonrojo adorna sus mejillas y apretó sus ojos. Ahora se imaginó su cuerpo bien trabajado al aire, ese cabello, esos lindos ojos tan hipnotizantes y ¿cómo se sentirá ser acariciado por esas manos? Tan sólo imaginarse eso, lo hizo apoyar su espalda contra la pared del baño y sacude rápidamente la cabeza quitándose esos pensamientos, se había avergonzado bastante.
?"¡N..No! Seguro ya tiene novia, m..mejor lo dejo así..."?
Suspiró de forma pesada y salió del baño poniéndose una toalla alrededor de su cuerpo, incluso se lleva una toalla a la cabeza para secar su rosado cabello. Salió de la ducha y cerró la puerta detrás de el, se acercó a la habitación de Dante y observó la puerta por unos segundos antes de acercar tímidamente su mano a la puerta para tocarla varias veces.
?"J..Joven Dante, ya mismo te prepare el té, disculpa mi tardanza. Me cambiaré rápido.."?
Camina rapidamente lejos de la puerta para entrar a su habitación y así buscar un poco de ropa en su armario, tenía pensando en ponerse un kimono o una ropa más cómoda para esa noche. Optó por tomar un suéter rosado algo grande, un short corto y su ropa interior. Se lleva las manos a su toalla y deja que esta caiga al suelo, dejándolo desnudo.

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Sentía la penetrante mirada del menor sobre su espalda haciéndole sentir bastante nervioso hasta tal punto de encogerse un poco debido a los nervios a flor de piel. Cuando llegaron a una hermosa pero acogedora habitación, se podía ver que dentro de esta había una hermosa ventana con vista a la Luna, un tocador, un baño, un armario y una enorme pero linda cama; el joven de tez pálida sonrió ante lo dicho de el abrazandose a sí mismo.
?"G.. Gracias, es que.. me encanta mantener limpio mi hogar así que no encontrarás ninguna incomodidad"?
Dicho eso volteando hacía el apuesto hombre notando aquel provocativo guiño haciendo que un sonrojo invadiera sus pálidas mejillas llegando a sorprenderse un poco. No pudo evitar sonreír bobamente, pero también sintió un bombardeo en su pecho; era su corazón que actuaba raro ya que su ritmo se hacía cada vez más rapido cuando estaba cerca del albino, incluso sentía un pequeño revuelto en su vientre como si fueran pequeñas cosquillas.
?"N..No me gustaría que durmieras en un lugar tan incómodo como un sofá ¡jamás! Si quieres puedes tomarte una ducha, yo preparare un té de anís para que logres dormir como un bebé~"?
Suelta una suave carcajada pequeña apartando un poco la mirada antes de sobarse el brazo, no solía ser tan tímido y mucho menos con alguien como el albino, pero sus actos le causaban nerviosismo y escalofríos muy sutiles en su columna. Se despidió de el saliendo de la habitación, primero quiso ir a la suya para bañarse también. Cuando iba a su habitación no pudo evitar imaginarse a Dante en su mente, en cómo lo salvó y como, le hablaba, le hacía estremecer. Entró a su habitación y buscó algo de ropa para ducharse.

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Observaba los actos del contrario con atención estando aún en aquel sofá con su torso desnudo mostrando así aquella piel tan blanca como la leche y tan delicada como la porcelana, no pudo evitar sonrojarse de forma violenta cuando el hombre de cabello blanco se quitaba aquella gabardina roja sólo para quedar en aquella musculosa negra, logrando ver esa leve transparencia que le hizo pensar "Hace mucho ejercicio", ante ese sólo pensamiento su sonrojo aumentó. Pero lo que el dijo a continuación sobre no moverse mucho le hizo abrazarse a si mismo tapando su torso desnudo.
?"Etto.. yo.. espera ¡¿d.. demonio?!"?
Ante el miedo, levantó ligeramente la voz peeo de una forma delicada respirando agitadamente y su corazón latio más rápido de lo normal, pero, esa sensación se desvaneció recordando lo que el había hecho por el. Un sentimiento de relajación inundó su ser y esboza una preciosa sonrisa llegando así a tomar la mano del apuesto peli-blanco, haciendo contacto con sus lindos pedacitos de cielo.
?"Lo entiendo, aún así estaré eternamente agradecido con usted Dante-san.. se que no tengo que tenerle miedo, por que usted no es como los demás demonios y, eso es algo que llena a mi corazón de calma, de paz.."?
Murmuró el en ese tono suave antes acariciar su mano, notandose ese suave contacto en la piel ajena mientras que no le quitaba la mirada de ensima. Quedó ensimismado, preguntándose ¿cómo es que tener tanta suerte así? ¿acaso fue obra del destino? Pues, si es así, el destino jugaba con el. Fue justo en ese instante en que entró en cuenta que acariciaba mucho la mano de el que, rápidamente se apena y quita su mano mirando hacia otro lado, toma el suéter que tenía un enorme Manchón rojo en su espalda y de cubre su pecho como cual mujer tapando sus inexistentes pechos.
?"V..Ven, te.. te daré una habitación cómoda"?
Sonríe aún con ese sonrojo en sus mejillas y se levanta del sofá, llegando a morderse el labio y acomodar uno de sus mechones detrás de su oreja. Debía tratarlo con amor, y con atención, después de todo es el hombre que le salvó la vida. Camina hacía los escalones y los sube, viendo por ensima del hombro si el le seguía el paso.

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Si cuerpo temblaba ligeramente, hasta el punto de que su llanto había cesado y reemplazado luego por la pena del momento, ¿acaso lo.. estaba abrazando? Sus mejillas no tardaron en tornarse de un lindo color carmín haciendo que el joven se aferrara más a la ropa ajena, le daba bastante pena levantar la mirada hacía el aunque tampoco quería parecer pesado. Se mordió el labio inferior separándose lentamente de su pecho, había logrado oler un poco al mayor ¡eso sonó muy vergonzoso!
?"....."?
Nada salía de su boca, tenía la mirada gacha haciendo que algunos mechones de su cabello cayeran por su fino rostro tan rojo como la sangre. Para disimular sus nervios, juega con la manga de su camisa llegando así a levantar la mirada hacia el y esboza una dulce sonrisa llena de nervios
?"P..Perdóneme, creo.. que moje su ropa con lágrimas"?
Suelta una dulce risita notando que ahora se volvió un ambiente silencioso, pero extrañamente no se sentía para nada incómodo, es más, se sentía seguro y protegido.

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Cuando el menor se le acerco y lo cargó, no evita soltar un suave jadeo de dolor y lo mira al rostro, iba a decirle que no era necesario, que el podía curarse y no causarle más problemas, pero, aquella seriedad en el rostro ajeno le huzo sentirse tan pequeñito y vulnerable, incluso, cuando le pregunta sí esa era su casa el asintió con sí cabecita y no pudo evitar acurrucarse en su pecho sintiendo el calor ajeno contra el suyo haciéndolo sonrojar más de la cuenta.
Al llegar. Escucha como la puerta era abierta y cerrada de golpe, se deja acostar en aquel sofá dándole la espalda sintiéndose nervioso, pero mas nervioso se puso cuando le arrancó la camisa haciendolo soltar un tierno jadeo de sorpresa ¡¿que había sido eso?! No quiso preguntar y solamente se quedó calladito, viendolo de reojo donde abrió los ojos como platos al notar lo que hacía. ¿Qué era el exactamente? ¡humano no era, su herida en la espalda desapareció! Pero aquel susurro en su oído hizo que un escalofrío recorrerá toda su espina dorsal, incluso un enorme sonrojo adorna sus mejillas de una forma tierna.
Se sentó ligeramente en el sofá, con su hermoso y pálido torso desnudo mostrando una pequeña cintura, abdomen plano parecido al de una mujer pero cubierto de algunos moretones y heridas rojas. Se tapó con sus brazos y con las mejillas sonrojadas y muy avergonzado, lo mira fijamente.
?"Yo..Yo..se que no..eres humano, pero no..me importa, me salvaste la vida.. jamás pensé que me ayudarían.."?
Habló en un tonito suave, esbozó una dulce sonrisa y no evita tomar suavemente la mano del menor viendolo a los ojos, haciendo contacto con los de el. No podía evitarlo, le debía mucho, fue valiente al espantarlos y ahora por esa noche podía dormir tranquilo.
?"Como.. muestra de mi agradecimiento, ¿por que no te quedas esta noche? Por favor, no quiero salgas y te hagan daño.."?
Dicho eso con una preocupación en su rostro, incluso apretó ligeramente la mano de el hasta lentamente soltarla y bajar la mirada.

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