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No es mi culpa que usted se haya topado conmigo y sinceramente me haya enamorado, es así, mujer de hermosos ojos y expectacular manera de amar, usted me endulzó con pizcas de cariño, atención y sobre todo mucha comprensión, esas pizcas que luego fueron creciendo en abundancia, hasta llegar al punto de extasiarme de usted, de hacerme adicto a sus besos, a su manera de quererme.