@Whiteeyessoul
Yuri:
Definitivamente no se veía para nada feliz, estaba notoriamente molesto con la situación, no tenía muchas intenciones de cooperar mucho con la sesión fotográfica menos aún con el contrario, estaba de demasiado mal humor para que por lo menos pudiese comportarse de manera "normal".
El fotógrafo estaba bastante incómodo con la situación, pero de cierta forma se tranquilizó cuando el mayor le dijo que se lo dejara a él, eso sí ni el, ni mucho menos el chico se esperaba que lo tomara en brazos. Eso sí gracias a su profesionalidad no desperdició segundo valiosos, no tendría otra oportunidad como esa, por lo que plasmó todas las expresiones que pudo, después se daría el tiempo de elegir cuales dejaría.
Por otro lado, el rubio no tardó en mostrar una expresión de sorpresa.
—¡¿Qué diablos haces?!— fue lo único que pudo decir, cuando escuchó el sonido de cada fotografía; sus expresiones pasaron de sorpresa, leve sonrojo, enojo y desagrado. Era claro cuál dejarían.
No dudó en empujarle cuando le soltó y le lanzó su gorro navideño que llevaba y caminó para encerrarse en el camerín y cambiarse a su ropa habitual, que era su ropa de entrenamiento, definitivamente necesitaba entrenar y sacar su estrés del momento.
Se puso su gorro de su polerón cubriendo sus rubios cabellos y esperó al mayor, no podía irse sin decirle lo momento que se sentía; por lo que al verle salir no tardo en gritarle lo molesto que estaba, no paraba de reprocharle.
Definitivamente no se veía para nada feliz, estaba notoriamente molesto con la situación, no tenía muchas intenciones de cooperar mucho con la sesión fotográfica menos aún con el contrario, estaba de demasiado mal humor para que por lo menos pudiese comportarse de manera "normal".
El fotógrafo estaba bastante incómodo con la situación, pero de cierta forma se tranquilizó cuando el mayor le dijo que se lo dejara a él, eso sí ni el, ni mucho menos el chico se esperaba que lo tomara en brazos. Eso sí gracias a su profesionalidad no desperdició segundo valiosos, no tendría otra oportunidad como esa, por lo que plasmó todas las expresiones que pudo, después se daría el tiempo de elegir cuales dejaría.
Por otro lado, el rubio no tardó en mostrar una expresión de sorpresa.
—¡¿Qué diablos haces?!— fue lo único que pudo decir, cuando escuchó el sonido de cada fotografía; sus expresiones pasaron de sorpresa, leve sonrojo, enojo y desagrado. Era claro cuál dejarían.
No dudó en empujarle cuando le soltó y le lanzó su gorro navideño que llevaba y caminó para encerrarse en el camerín y cambiarse a su ropa habitual, que era su ropa de entrenamiento, definitivamente necesitaba entrenar y sacar su estrés del momento.
Se puso su gorro de su polerón cubriendo sus rubios cabellos y esperó al mayor, no podía irse sin decirle lo momento que se sentía; por lo que al verle salir no tardo en gritarle lo molesto que estaba, no paraba de reprocharle.