En tu otra cuenta decias que no usabas el lenguaje inclusivo, y se entiende. ¿Alguna vez tuviste problemas reales por él?
Mira, a mí me da absolutamente igual si me tratan como él, ella, como agénero o como fuese. Es tan sencillo entender que el lenguaje NO es machista, sino el uso que se le da a sus acepciones —que en la RAE, una de las acepciones de «femenino» es «débil» NO es culpa del vocablo sino de la jerga— como que no se debería decir sirvienta ni presidenta. Cabo y caba, general y generala. O peor aún, la gilipollez extremada: hijx, novix, perrx. Que sí, que sí. Muy cuqui todo. Al coño.
¿Sabes qué es, por ejemplo, una putada? Pasar seis horas haciendo un documento de compraventa en la oficina, sin pestañear, y que lo devuelvan del registro porque dice «prominente comprador» y no «prominente compradora», por ejemplo. ¿Esto tiene que ver con el lenguaje inclusivo? No, porque un documento notariado debe mostrar concordancia con el RIF y CI del vendedor/comprador, es decir, que si en su CI aparece como mujer, pues es compradora. Ahora, imagina un mundo donde estas estupideces no pasaran si no hubiesen estúpidas etiquetas de género. Que si ella o aquél, que si éste o el otro. Si tan sólo usáramos el ya de por sí neutral español de toda la vida, porque es NEUTRAL. No es masculino. Esa frustración que se puede sentir porque te devuelvan un documento de tal importancia por una puta letra y género. es la misma que sientes cuando te acusan de intolerante por negarte a seguir colaborando con las etiquetas ridículas que el supuesto colectivo que las combate emplea. Incluso peor. Porque pueden acusarte de cerdo machista falocentrista fascista por sólo llamar «sujeto» a una mujer que considera está siendo ninguneada por no usar términos femeninos que deberían ser erradicados.
Venga, solventemos la discriminación dando más facilidades para ser discriminado. Qué que inteligentos, inteligentas e inteligentes somos, sí señor/x. Mononeuronales que somos.
¿Sabes qué es, por ejemplo, una putada? Pasar seis horas haciendo un documento de compraventa en la oficina, sin pestañear, y que lo devuelvan del registro porque dice «prominente comprador» y no «prominente compradora», por ejemplo. ¿Esto tiene que ver con el lenguaje inclusivo? No, porque un documento notariado debe mostrar concordancia con el RIF y CI del vendedor/comprador, es decir, que si en su CI aparece como mujer, pues es compradora. Ahora, imagina un mundo donde estas estupideces no pasaran si no hubiesen estúpidas etiquetas de género. Que si ella o aquél, que si éste o el otro. Si tan sólo usáramos el ya de por sí neutral español de toda la vida, porque es NEUTRAL. No es masculino. Esa frustración que se puede sentir porque te devuelvan un documento de tal importancia por una puta letra y género. es la misma que sientes cuando te acusan de intolerante por negarte a seguir colaborando con las etiquetas ridículas que el supuesto colectivo que las combate emplea. Incluso peor. Porque pueden acusarte de cerdo machista falocentrista fascista por sólo llamar «sujeto» a una mujer que considera está siendo ninguneada por no usar términos femeninos que deberían ser erradicados.
Venga, solventemos la discriminación dando más facilidades para ser discriminado. Qué que inteligentos, inteligentas e inteligentes somos, sí señor/x. Mononeuronales que somos.