Ay, con lo vasto que es el terreno de la sexualidad, y tú preguntándome si soy virgen.

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¿Sabías que una de las más efectivas maneras de despertar el kundalini es teniendo sexo con la persona adecuada? ¡Es simplemente mágico! Ver como, por otro lado, si no mantienes tu energía sexual limpia y regulada puedes padecer el vampirismo energético de aquel que se cueste contigo, remembrando la malicia de los íncubos y súcubos; ¿no te da curiosidad? A mí sí. Tocar el cielo o el infierno con la punta de los dedos en la piel de alguien. Visualizar cómo dos cuerpos se unen en la más perfecta y salvaje armonía para generar algo tan maravilloso como un nexo espiritual, que nunca se borra, que queda marcado en tu registro astral como tinta indeleble. Es algo más que romance, que simple deseo y ebullición hormonal, es una de las expresiones de vida más intensa y estremecedora.

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Para mí la beldad del sexo es tan infinita que sinceramente es muy aburrido engloblarlo en algo tan mundano como la virginidad.

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Pero bueno, que sí, que puedo ser Eva o Lilith, o la Virgen María, o una patata...
Una patata santa y todopoderosa. Ponte de rodillas y comienza a rezar.