Hola Canta. No se nada de politica, pero siempre oigo que Hilary y Trump son malos. Podias extenderte y explicar por que?Gracias y siento las molestias.
Ufff, a ver, a ver. De una forma resumida, no se puede decir que un político sea malo o bueno. En general, la política, aunque nos involucra a todos, no da cabida a terminologías tan ambiguas como lo malo y lo bueno. El asunto es que los políticos no caen del cielo, son un producto social. Por ejemplo, Hitler no salió de la nada: salió de la opresión judía en Alemania, de las vejaciones que el pueblo padecía. ¿Justificable lo que hizo? No. ¿Evitable? Sí.
Hillary es una persona taimada, ya corrida. Pero no es más que una Cristina Kirchner que usa su imagen de mujer para venderse a las masas como una basura novedosa, cuando su proyecto político es el mismo que el de su esposo. Los humanistas sabemos que esta mujer es de todo menos un ejemplar del feminismo, como se intenta hacer ver: es racista, clasista, y por muy hippie que se pinte con amor y paz, la primera en fomentar la xenofobia en Estados Unidos, es ella. Ha financiado armas àra el conflicto en el Medio Oriente, ha usado sus privilegios de mujer cisgénero blanca para oprimir a varios colectivos, y quiere declararse la abanderada de éstos, convirtiéndose en un intento de Martin Luther King que /no/ cuela. Bill Clinton es un violador, un depredador sexual. Hillary movió los hilos para maquillar esto, eso la hace incluso peor que Bill. La convierte en cómplice de un violador. De una bestia. ¿En serio hay quien en la comunidad feminista la puede ver con buenos ojos?
Trump... con él no debo explayarme. Machista, que no misógino, racista, clasista, y por encima de todo: enfermo mental en el modo más podrido posible. No es más que un Chávez cualquiera, su consciencia es bélica, su estrategia simplista. Es la voz de un pueblo enardecido por la discriminación, la cual usa a su favor. Usa el mismo discurso de los caudillos latinoamericanos, es sólo un producto militar más. La única diferencia es que dirigirá, dado el caso, una potencia mundial.
El asunto en todo esto es la hipocresía. Un sector quiere a Hillary por ser mujer, nada más por eso. Y eso es machismo. Otro sector la detesta y la quiere lejos de la Casa Blanca por ser mujer, no por sus crímenes, sino por ser mujer. Porque todo lo que ha hecho ella lo ha hecho Putin y con él todos calladitos la boca, le comen la poll*a de rodillas.
Con Trump se tiene una incomprensible expectativa de la conservación de la economía en Norteamérica, cuando el supuesto niño rico se ha declarado en quiebra múltiples veces. Pero todo su discurso no parecía ser tan indignante cuando los comunistas lo usaron, ¿no?
En fin. Los dos son el epítome del patetismo.
Hillary es una persona taimada, ya corrida. Pero no es más que una Cristina Kirchner que usa su imagen de mujer para venderse a las masas como una basura novedosa, cuando su proyecto político es el mismo que el de su esposo. Los humanistas sabemos que esta mujer es de todo menos un ejemplar del feminismo, como se intenta hacer ver: es racista, clasista, y por muy hippie que se pinte con amor y paz, la primera en fomentar la xenofobia en Estados Unidos, es ella. Ha financiado armas àra el conflicto en el Medio Oriente, ha usado sus privilegios de mujer cisgénero blanca para oprimir a varios colectivos, y quiere declararse la abanderada de éstos, convirtiéndose en un intento de Martin Luther King que /no/ cuela. Bill Clinton es un violador, un depredador sexual. Hillary movió los hilos para maquillar esto, eso la hace incluso peor que Bill. La convierte en cómplice de un violador. De una bestia. ¿En serio hay quien en la comunidad feminista la puede ver con buenos ojos?
Trump... con él no debo explayarme. Machista, que no misógino, racista, clasista, y por encima de todo: enfermo mental en el modo más podrido posible. No es más que un Chávez cualquiera, su consciencia es bélica, su estrategia simplista. Es la voz de un pueblo enardecido por la discriminación, la cual usa a su favor. Usa el mismo discurso de los caudillos latinoamericanos, es sólo un producto militar más. La única diferencia es que dirigirá, dado el caso, una potencia mundial.
El asunto en todo esto es la hipocresía. Un sector quiere a Hillary por ser mujer, nada más por eso. Y eso es machismo. Otro sector la detesta y la quiere lejos de la Casa Blanca por ser mujer, no por sus crímenes, sino por ser mujer. Porque todo lo que ha hecho ella lo ha hecho Putin y con él todos calladitos la boca, le comen la poll*a de rodillas.
Con Trump se tiene una incomprensible expectativa de la conservación de la economía en Norteamérica, cuando el supuesto niño rico se ha declarado en quiebra múltiples veces. Pero todo su discurso no parecía ser tan indignante cuando los comunistas lo usaron, ¿no?
En fin. Los dos son el epítome del patetismo.