@OMNovelasGemeliers

Siempre en mí.

Ask @OMNovelasGemeliers

Sort by:

LatestTop

Capítulo final de la novela subido ✋??

bitch
Y yo que me quedé por el cuarenta y algo... Pedazo maratón me voy a leer sisi??
Liked by: bitch

Related users

cuando subes el 21??

Make
Pronto, demasiado pronto para mi gusto, dejó de tararear la canción y se apartó de mí, con una sonrisa victoriosa en su rostro. No le entendía, ni a él ni a su conducta.
Un día parece que yo sea insignificante para él, otro incluso parezco ser importante y al siguiente, me odia, y ahora... Ahora no sé quien o que soy para él. Un recuerdo fugaz cruza mi mente:
《- A partir de ahora, bailaré yo con él. -Había dicho con firmeza Judith, su novia.- Dado que soy yo su pareja y no ella.》
No me dolía el recordarlo, no sentía nada por él. Pero al igual que recordé esa frase, recordé como Adrián me había traicionado por ir con un puñado de perras a las que juntos habíamos criticado durante meses. A excepción de Judith, ella era nueva y parecía haberse ganado a todos.
Malditos falsos superficiales.
Mi acompañante me miró por última vez antes de abandonar el pasillo donde nos encontrábamos, dejándome sola, tal y como lo había estado antes. Con la única diferencia de que, la carta había déjado de importarme y ahora pensaba en que yo no era así. Estaba mostrando a mi yo débil y enamoradizo. Sabía que, realmente ese chico no me interesaba, en cambio su físico sí. He de admitir que un físico es en lo primero que me fijo -como todos, supongo- y si éste me agrada, lo demás me da igual. Juro por lo más sagrado que tengo que je intentado remediar esto, pero quizá yo soy así. Y nunca voy a poder cambiar esa parte de mi personalidad. Quizá sea lo que me mantiene en pie, quizá sea por ésto por lo que nunca me he enamorado y jamás lo vaya a hacer. Soy inmune al efecto del amor y ésto me convierte en la adolescente más feliz del mundo.
Un beso es sólo eso, un maldito beso, ¿con sentimiento? Obvio, el de la atracción. El amor se lo dejo para los imbéciles que confían en poder ser felices dependiendo de otra persona y siendo conscientes de que, en un momento, puede destruirte. Por eso, agradezco a mi mente que el físico me importe lo suficiente como para no intentar buscar nada más. Al mismo tiempo, maldigo esta capacidad, dado que sé con certeza que, ni hoy ni nunca, me voy a enamorar ni voy a poder mirar a alguien con el brillo en los ojos que se muestra en las películas.
Me gustaría equivocarme.
Pero sé que no lo hago.
Un corazón inmune a los golpes del amor, sí, me gusta como suena.

View more

Siguiente cap?????

❌Novela 1 CANCELADA❌
Capítulo 20. Él.
Esta situación me recordaba a la que había tenido lugar hacia semanas, estaba realmente nerviosa. Nunca se me ha dado bien dar noticias y menos cuando éstas son malas, por lo que opté por no comunicárselo a nadie.
- Gracias por todo, pero he de irme. -Balbucí, el director asintió y desaparecí de su despacho, guardando la carta en mi falda, sostenida por la goma de ésta y tapada por la chaqueta negra. Caminé por los pasillos como si nada hubiera ocurrido, aunque yo sabía con certeza que sí. Pero todo esto tan sólo acababa de comenzar. Un incesante dolor había ocupado lugar en mi pecho y sabía que no desaparecería en mucho tiempo. Hace meses, ésta noticia me hubiera hecho bailar de la alegría y mostrar una de mis mejores sonrisas, pero hoy no, desde luego, todo se iba a la mierda. Mi mundo y yo. No entré a la cafetería, me fui directamente hacia la clase que en una hora tendría lugar. Para mi mala suerte, el aula se encontraba cerrada, suspiré y me dejé caer en el suelo, con mi espalda pegada a la pared.
Minutos más tarde, una mano rozó mi hombro y me sobresalté, me giré y vi el dueño de ésta caricia. No era otro que Jesús, sí, Jesús Oviedo. Le miré detenidamente mientras sentía como los latidos de mi corazón se aceleraban al igual que mi respiración, aunque trataba de disimularlo. No quería más disgustos por hoy. Durante unos segundos fui capaz de mirarle directamente a sus ojos, éstos eran sumamente bonitos, podía ver en ellos lo que sentí cuando bailé con él, la seguridad que me aportó y que necesito ahora mismo.
Tomó mi mano y me levantó del frío suelo, e inevitable una tímida sonrisa apareció en mi rostro. Me aproximó a él y, cuando nuestros rostros se encontraban a centímetros, comenzó a tararear una canción, era con la que bailamos la primera vez. Y sin más, comenzamos a bailar. Era débil, sí, yo era débil ante él. Ante él y su forma de hacerme sentir ridículamente pequeña, su manera de que los problemas no se aproximen a mí y pueda sonreír sin más. Él era una droga, tan efectiva como cualquier otra o incluso más. Pero era mi droga particular -o eso me hacía creer- y ésto me llenaba de satisfacción. No le quería, era imposible, ni siquiera me gustaba... Pero, quizá y solo quizá, él ha conseguido en una semana lo que gente no consiguió en meses, que sienta cierto afecto hacia su persona y tenga la necesidad de mantenerle junto a mí. No quería nada con él, tan sólo un baile que me transportara a otro universo. Donde mi única preocupación era mantener la coordinación -y ésto era ridículamente sencillo- éramos él y yo. Sin más.

View more

Que pensais de mi?sed sinceras pero insultos no o bloqueo

Dices que opinemos sobre ti pero que no te insultemos, ¿y si mi opinión es negativa?
Liked by: Karla Paya

aaaawww siguenteee??? no me hagas esto de dejarme así con la intrigaaa???

Capítulo 19. La carta.
Escuchaba susurros y pasos, y ésto fue la causa de mi despertar. Froté mis ojos con los dedos y los abrí, sintiendo una incesante molestia al sentir los radiantes rayos de sol impactar contra mis débiles ojos, cerré estos de golpe y un gruñido fue lo único que pude decir. No me encontraba del todo bien, pero nada que no se curara con una buena dosis de diversión.
Volví a abrir los ojos cuidadosamente y encontré a mis compañeras riéndose, posiblemente de mi forma de despertar. Yo les saqué mi precioso dedo del medio y me giré, encontrando a Calum y Daniel, también riendo. Les dediqué una de mis peores miradas y tapé mi rostro con la almohada.
- Levanta, Sel. -Ordenó una voz femenina, aparté la almohada y descubrí de quien se trataba, Andrea.
- Cinco minutos más... -Supliqué perezosa.
- El director quiere verte. -Anunció. Estas palabras calaron muy hondo en mí e inmediatamente me levanté, sabía el por qué quería verme. Rápidamente cogí mi uniforme, entré en el baño, me duché y me vestí, una vez que había secado totalmente mi pelo lo recogí en un coleta alta, bastante bien hecha. Salí del baño y allí todos me esperaban -incluyendo a los chicos- miré la hora en mi móvil, escondido detrás del espejo, marcaba las 07:45, suspiré, era temprano aún. Sin dirigirle la palabra a mis amigos, salí de la habitación y me dirigí hacia el despacho del director bajo la atenta mirada de algunos alumnos que iban camino de la cafetería. Sin llamar antes, abrí la puerta y la cerré dando un leve portazo. Me crucé de brazos y cargué el peso de mi cuerpo sobre la pierna derecha, impaciente. Llevaba esperando más de una semana la fecha concreta en la que todo sucedería. Esa maldita carta y la información que contenía su interior, había cambiado bastante cosas de mi personalidad. O quizá sólo había sustituido mi fuerte coraza por un débil muro que se destruiría con una leve brisa.
- He hablado con ellos. -Dijo firme pero sin mirarme a la cara, yo tan sólo podía ver su cuerpo por atrás, vestía un elegante traje gris claro. Su cuerpo mostraba la tensión a la que estaba sometido.
- Tienes otra carta. -Anunció, intentando mantener el tono firme en su voz pero sin lograrlo. Pude notar el desagrado en cada palabra pronunciada por él, a mí tampoco me gustaba la situación. Miré a su escritorio y en éste había otra carta, mi nombre estaba escrito con una elegante y fina letra en la mayor parte del sobre y suspiré. Vacilé durante segundos pero opté por coger la carta y abrirla, lo segundo fue lo más complicado. La leí detenidamente y maldecí a mi suerte. La fecha y la dirección estaban decididas, el director esta vez si se giró.
- Todo saldrá bien. -Me consoló-. Te irá bien.
- Gracias, pero sé que no es así. -Le respondí, tratando de que mi voz no sonara tan rota como yo lo estaba, ya que, mi interior se encontraba totalmente destruido, al igual que mi mente.

View more

SIGUE*-*

Capítulo 18.
Una vez que mi cuerpo recuperó la normalidad, intenté comprender que había ocurrido minutos antes, concebía ideas absurdas que como era obvio luego desechaba. Podía ser algo tan leve como un resfriado o algo grave y letal. Calum se apoyó en la cama y posó su mano en mi frente.
- Estás caliente, Sel. Tienes fiebre. -Anunció éste y mis amigas recuperaron la anterior preocupación- Vamos a la enfermería.
- ¡No, no, ni en broma! -Exclamé, las enfermeras eran algo... Algo inquietantes. Daban miedo. Parecían las típicas enfermeras que mientras duermes te ahogan con la almohada.
- Iremos Verónica y yo a por unas pastillas. -Anunció Nora, ella y Vero desaparecieron de la habitación. Deseaba que no les pillaran porque de ser así, me obligaría el director a quedarme en la enfermería durante varios días y aparte del insufrible miedo que sentía hacia las enfermeras, era la última semana. Quedaban escasos días para el baile, y aún nada estaba claro. No sabía si ir o no, y si fuera, ¿con quien asistiría? Me había dado cuenta de que la excusa de que prefería a mis amigas antes que a cualquier chico eran absurdo. Nadie me quería, y muy a mi a pesar, yo si comenzaba a sentir algo por alguien.
- ¿Estás bien? -Preguntó Daniel, me había olvidado de su presencia.
- Supongo. -Respondí con un hilo de voz, me dolía bastante la garganta, incluso me atrevería a decir que por ella corría un incesante fuego.
Calum se tumbó en la cama mientras que yo me mantenía sentada en ésta, eran estrechas por lo que dormíamos bastante pegados, esta fue la razón por la que no le hice dormir junto a Daniel, esas cosas entre chicos heteros sé que están mal vistas y que si no son familiares no aceptan ni locos a dormir con un chico en la misma cama, -al menos no una pequena-.
Y sí, quizá durmiera apretada a Calum, pero me proporcionaba un calor que normalmente no podía sentir debido a las bajas temperaturas que tenía el internado durante los meses de invierno. No me molestaba dormir junto a él, era un gran amigo y se lo agradecía. Me tumbé junto a él y sentí como su brazo -tímidamente- rodeaba mi cintura. Yo sonreí internamente, era como un hermano para mí. El rubio cerró los ojos y Andrea me miró indicándome que mañana debería explicarle todo esto, aunque no había mucho de lo que hablar, tan sólo éramos buenos amigos. Pero ellas, como no, debían dar la vuelta a las cosas, como siempre.
- ¿Estás mejor? -Susurró Calum, yo respondí con un si, gracias. Me apetecía hablar pero al parecer mi garganta no estaba por la labor, de modo que decidí rendirme y dejar que mi cuerpo dormir en paz, aún cuando mi mente estaba demasiado ocupada como para descansar. Pero, después de media hora, logré dormirme, algo que ansiaba. Durante toda la noche soñé con Jesús. Maldito Jesús Oviedo y su sonrisa enigmática.

View more

sube el siguiente :)

vanessitalove1’s Profile Photovanessa
Continuación capítulo 17.
Me uní a sus silenciosas risas y entramos los tres en la habitación, Daniel durmió en una cama sólo, la de Jessica, ella durmió junto a Andrea y yo con Calum. En este tiempo nos habíamos cogido muchísimo cariño y teníamos la confianza suficiente para dormir juntos. Aunque, dormimos poco. Andrea y Jessica se habían dormido cuando sentí un fuerte dolor en mi pecho y al mismo tiempo mi respiración entrecortarse, necesitaba aire, espacio y frío. Sentía mi cuerpo arder y a mi corazón intentar desprenderse de mi cuerpo de una patada quité todas las mantas que nos cubrían tanto a Calum como a mí y estas acabaron sobre Nora, que despertó de golpe. Me aproximé a uno de los baños de la enorme habitación y refresqué mi rostro con el agua rápidamente. Pero esto no bastó. Las fuerzas me fallaban cuando sentí mis piernas doblarse y, sin más precedentes, tenía que haber caído al suelo. Sin embargo no lo hice. Caí en los brazos de una persona que inmediatamente identifiqué como Calum, que también se había despertado, ¿tanto ruido había hecho? Joder. Todas mis compañeras nos rodeaban, y me llevaron a la cama.
Prácticamente me interrogaban, me preguntaban que que me ocurría ¡¿En serio se creían que yo tenía la respuesta?
Mis latidos volvieron a la normalidad y con ésto cada parte de mi ser. Inspiré y expiré numerosas veces hasta calmarme y poder tranquilizar a mis compañeros, que mostraban la preocupación en sus rostros.

View more

cuando subes el 17??

Make
Capítulo 17. Sentimientos desconocidos.
Mi trayecto fue interrumpido por mi rubio amigo, Calum.
- Sel, ¿qué haces aquí? -Me preguntó.
- Eso podría preguntártelo yo a ti también. -Le repliqué.
- Este no es tu pasillo. -Replicó, sin dejar de mirar mis ojos.
- ¿No me digas? -Pregunté obvia- iba hacia mi habitación pero me has interrumpido.
- Mmm, ¿y de dónde vienes?
- ¿Por qué no estás en tu habitación?
- He preguntado primero.
- Eso me importa poco, en realidad nada, respondeme.
- Digamos que... Jesús tiene compañía. -Dijo y suspiró, señaló a la oscuridad, y allí se encontraba Daniel, tumbado en el suelo, durmiendo. Yo reí, era una imagen realmente graciosa. Quien lo diría, dos del trío de los buenorros -apodados así por las chicas del internado- en el pasillo porque Jesús está acompañado...
¡Espera! ¿Acompañado? Un extraño sentimiento recorrió mis venas y unas increíbles ganas de matar a alguien, ¿qué me está pasando?
- ¿Quién está con él? -Le pregunté, y un tono roto remarcó las palabras ya dichas. Se limitó a mirarme, sin contestarme; yo ya sabía la respuesta.-Cómo no, Judith...
Él asintió, la recién llegada estaba arrebatandome muchas cosas. Y no hablo de Jesús. De momento, ha conseguido que tanto Adrián como otras tantas chicas estén de su parte y, aunque las chicas me dan absolutamente igual, Adrián y yo siempre habíamos estado en lo bueno y en lo malo, y ahora... Ahora ya no nos queda nada más que unos estúpidos recuerdos y lo ilusa que fui al creer que él realmente me quería, tanto como amigos como algo más, aún cuando lo segundo no habría sido correspondido.
El simple hecho de recordar la traición del que hasta ahora había considerado mi mejor amigo me partía el alma en dos, pero debía recomponerme, aún cuando un pequeño trozo de mí había decidido abandonarme.
Tras estar unos minutos pensando, decidí que no podía permitir que ellos durmieran en el frío suelo mientras los otros hacían lo que era obvio, en el más absoluto silencio, se escuchó un gemido. Y mis tripas se revolvieron.
- Venir los dos a dormir a mi habitación, si queréis. -Le ofrecí a Calum.
- No queremos molestar. -Aseguró- Además, no hay espacio.
- Ya nos las arreglaremos, pero venga, vamos ya que es tarde.
Minutos más tarde, caminábamos Calum, Daniel -éste iba más lento, ya que le acabábamos de despertar- y yo por el pasillo de las chicas. Llegamos a mi habitación y nada más abrir la puerta, una de las chicas exclamó: ¡Te has besado con Brandom! A lo que yo respondí asesinandole con la mirada. Andrea es una completa imbécil.
Mis acompañantes me miraron sorprendidos.
-Chicas, esta noche tenemos compañía.-Les comuniqué a Andrea y Jessica, que eran las únicas que estaban despiertas, esperándome. Al ver quienes me acompañaban abrieron los ojos como platos y después rieron, me giré y contemplé como Calum sujetaba a Daniel, que se había dormido de golpe hacia unos segundos atrás.

View more

sube el siguiente xd

vanessitalove1’s Profile Photovanessa
Continuación capítulo 16.
- Brandom, por favor, entiendeme. No te conozco, y sí, me atraes, ¿tú te has visto niño? ¿Cómo no lo vas a hacer?
- ¿Entonces? -Preguntó.
- Me pillaste desprevenida. -Confesé mordiendo mi labio inferior. Ésto era algo que hacía cuando estaba nerviosa y la conversación había derivado en que me sintiera así.
Miró hacia atrás y vio a sus amigos esperándole inquietos e impacientes.
- Me tengo que ir. -Susurró- ¿volveremos a vernos?
- Quién sabe. -Dije riendo- Adiós, Brandom.-Dicho esto, tuve que ponerme de puntillas para depositar un beso en su mejilla, entré dentro del internado sigilosamente, tratando de no ser vista por nadie. Recorrí el camino anterior aunque esta vez no fue sencillo, una vez en el pasillo de los chicos, una mano agarró cariñosamente mi brazo y me atrajo hacia su persona.

View more

Sigue*-*

Capítulo 16. Besos.
El resto se fue cuchiceando mientras yo miraba expectante a mi único acompañante, él se mostraba feliz y sonriente, sin pronunciar palabra. Esto, -al menos a mí- me resultaba incómodo, mucho, demasiado quizá.
Yo tampoco decía nada, una ligera pero fría brisa ondeó mi cabello como si de una bandera se tratase. Agitandolo. La brisa heló mi cuerpo e hizo que me estremeciera, me arrepentí de haberme puesto la chaqueta de cuero que en realidad no abrigaba mucho y no mi anorak. Aunque como dicen, para estar guapa hay que sufrir.
Sonrió y cualquier rastro de nerviosismo en su rostro desapareció, su respiración agitada delataba una emoción que yo no comprendía, -al menos no por el momento- se aproximaba a mí lenta y cuidadosamente. Me estremecí al sentir el frío tacto de su mano en mi mejilla, segundos después, sus labios rozaban los míos en un intento por comenzar un beso memorable. Y a saber por qué, pero yo no se lo permití. Le aparté y pose mis manos en su pecho mientras negaba con la cabeza, indicándole así que ésto había sido un gran error, al menos por su parte. Cabizbajo y avergonzado, suspiró en señal de derrota y al ser incapaz de mirarme a los ojos, fijó su mirada en los coches que por allí pasaban.
- No ha sido buena idea. -Le aseguré.
- No debí hacerlo, perdón. -Se disculpó.
- ¿Sabes? No deberías disculparte, sino lo intentas, nunca sabes si puedes conseguirlo...
- Pero no, no lo he conseguido. -Me interrumpió, concluyendo mis palabras de consolación. Por lo que se ve, su orgullo era superior a la simpatía que anteriormente me había mostrado. Los demás vinieron, nos miraban pícaros pero nosotros no pronunciamos palabra. Llegamos al internado en el más absoluto silencio, momentáneamente conversaban Andrea y Roberto -uno de los chicos- sobre la fantástica noche que había sido y sobre cuando podríamos repetirla. Brandom no me miraba, quizá por vergüenza. Una vez llegamos al internado y bajamos del coche, esperé a que las chicas se alejaran para poder conversar con él en privado. Agarré su brazo y le alejé del resto.
- ¿Estás enfadado? -Le pregunté, cruzándome de brazos.
- Molesto quizá. -Contestó serio, mirando hacia la nada.
- No dejo que cualquiera me bese.
- Bueno, eso ya me tranquiliza -dijo irónico.
- Con cualquiera me refiero a chicos que conozco de... ¿Cuánto? ¿Un par de horas? Venga ya, Brandom.
- Eso me huele a excusa. -Confesó suspirando, y clavó su mirada en mí.
- No es ninguna excusa -le repliqué.
- Entonces, ¿qué es? -Preguntó, con cierto brillo en sus ojos- comprendo que no te guste, ni siquiera nos conocemos pero venga ya... ¿Ni si quiera te atraigo?

View more

cuando puedas sube el siguiente capitulo, k me encanta tu nuvela. un kiss

ziortza01gr
Continuación capítulo 15.
Como era de esperar, nos echaron del restaurante. Cerré la cremallera de mi chaqueta de cuero evitando así que se vieran los restos de comida que quedaban en ésta, que remarcaba mi pecho.
Brandom y su hermana -Andrea- compartieron una mierda que posiblemente tuviera un significado que no alcancé a comprender.
-¡Se me ha olvidado el bolso en el restaurante!-Exclamó de pronto Andrea. -Acompañarme a buscarlo, por favor.
-Vale, despistada.-Le respondí riendo.
-No no, tú no, quédate aquí.-Concluyó. -¿Sola?-Pregunté cruzándome se brazos.
-Conmigo.-Respondió Brandom con una tímida sonrisa. Esto olía a encerrona.

El siguiente para mí ?

smiles.
Capítulo 15. Guerra de comida.
Narra Selene.
Subimos a uno de los coches, dado que al ser seis chicas y cinco chicos no había modo alguno de que entraramos todos en uno. Fui con Andrea, su hermano y otro chico en el coche, los dos chicos delante y yo junto a mí amiga atrás, hablando de temas variados y riendo de vez en cuando. No tardamos demasiado, a los treinta minutos -aproximadamente- nos encontrábamos en el restaurante de los padres de uno de los chicos, creo recordar que su nombre era Roberto.
No sabía cómo pero de un modo u otro había acabado conversando animadamente con el hermano de Andrea, Brandom, un chico con unos preciosos ojos azules cielo que eran dignos de admiración, su pelo negro contrastaba a la perfección con la tonalidad de su pálida tez y sus ojos, anteriormente ya descritos, vestía unos jeans, una camisa de manga corta negra y por encima una chaqueta de cuero negra conjuntado todo esto con unas air force -iguales que las mías- realmente me parecía un chico atractivo y por el momento, era simpático. Entramos en el restaurante y tras dirigirnos a la mesa, él se sentó junto a mí y al otro lado Andrea, que ahora hablaba con Anabel y el resto de chicas, en varias ocasiones escuché como mencionaban mi nombre pero decidí ignorarlo.
- Tus amigas hablan de nosotros.-Susurró Brandom, mientras esbozaba una pequeña y tímida sonrisa, blanca, brillante y preciosa. Yo le miré y miré hacia arriba, en señal de cansancio. Sí, estaba cansada de mis amigas y de sus estúpidos juegos de niñas pequeñas, ¿por qué tenían que meterse en mi vida? Lo aborrecía.
Mi acompañante rió ante mí respuesta y yo me uní a su risa, llamando así la atención del resto de nuestros acompañantes pero nos resultó indiferente. Al menos a mí.
Me quité mi chaqueta de cuero y la puse sobre el respaldo de mi silla, dejándo al descubierto mi preciosa blusa color turquesa. La cena transcurrió con normalidad, entre bromas y bromas.
No sé cómo ni por qué, pero un spaguetti aterrizó en mi blusa y después varios en mi cara, un grito de furia -ahogado- fue pronunciado por mí. Levanté la vista y observé como Anabel reía al igual que el resto de mis amigas, contemplé mi plato durante unos segundos y, en un ágil movimiento, hice que el contenido de éste acabara sobre el cabello de Anabel.
-¡Guerra de comida! -Gritó alguien y comenzó la mencionada guerra de comida. Cogí mi vaso -éste contenía agua- y lo vertí sobre el cabello de Brandom, me miró sorprendido para después cogerme como un saco de patatas y darme mil y un vueltas, mareandome. Yo me defendía pegando patadas a sus abdominales -pero sin conseguir hacerle daño- una vez me bajó, caí directamente al suelo y él como buen chico que es me ayudó a levantarme, para luego recibir un empujón "cariñoso" por mi parte y una sonrisa de satisfacción.

View more

Next

Language: English