Muy probablemente sea por el foco. Mientras la RAE es prescriptivista, Oxford y otros diccionarios parecen ser más descriptivistas en ese sentido. Mi pregunta, relacionada con el lenguaje: ¿deben salvarse las lenguas en peligro de extinción? ¿O hay que dejarlas morir como un proceso natural?
¿Cómo se salva una lengua? Se me ocurren dos formas. La primera es registrarla, documentarla, recopilar las tradiciones orales, la poesía y la música en esa lengua, convertirla en acervo de todos aunque mueran sus hablantes nativos. La segunda es obligar a la gente a hablarla... o sobornarlos para que lo hagan... o de alguna manera insuflarle vida artificial, por ejemplo haciendo que los niños las aprendan en la escuela (que es una forma de obligar pero suena más light).
La primera me parece fundamental. La segunda me parece profundamente irracional, estúpida y propia de los tradicionólatras. Las lenguas no están sujetas a las decisiones, caprichos o angustias de supuestos "defensores", sino que son entes dinámicos, que parecen tener vida propia, resultado de consensos sociales inadvertidos. Ninguna academia, ninguna comisión de defensa, ninguna asamblea de puretas ha conseguido jamás impedir que la gente hable como le da la gana, y creo que no debería intentarse. Si volvemos en el tiempo 200 años, nadie que hablara en el español de entonces nos entendería. Y la mayoría de la gente que lee El Quijote no tiene puta idea de qué significa la mayor parte de las tres primeras oraciones de la novela. Creo que no nos damos cuenta de cuánto cambia el idioma realmente al paso del tiempo. Así que considero que tratar de controlarlo es un ejercicio bastante inútil cuando lo que realmente importa es documentar el uso, para entendernos hoy y para que los del mañana entiendan lo que decimos y escribimos hoy.
El prescriptivismo lingüístico es ponerle puertas al campo.
La primera me parece fundamental. La segunda me parece profundamente irracional, estúpida y propia de los tradicionólatras. Las lenguas no están sujetas a las decisiones, caprichos o angustias de supuestos "defensores", sino que son entes dinámicos, que parecen tener vida propia, resultado de consensos sociales inadvertidos. Ninguna academia, ninguna comisión de defensa, ninguna asamblea de puretas ha conseguido jamás impedir que la gente hable como le da la gana, y creo que no debería intentarse. Si volvemos en el tiempo 200 años, nadie que hablara en el español de entonces nos entendería. Y la mayoría de la gente que lee El Quijote no tiene puta idea de qué significa la mayor parte de las tres primeras oraciones de la novela. Creo que no nos damos cuenta de cuánto cambia el idioma realmente al paso del tiempo. Así que considero que tratar de controlarlo es un ejercicio bastante inútil cuando lo que realmente importa es documentar el uso, para entendernos hoy y para que los del mañana entiendan lo que decimos y escribimos hoy.
El prescriptivismo lingüístico es ponerle puertas al campo.