Desde cuando y como se dió cuenta que la filosofia y los filosofos de la ciencia no sirven para nada?
Hay que aclarar que si digo que creo que la filosofía hoy no sirve para nada me refiero a la disciplina especializada que se estudia. Si definimos "filosofía" como especular, reflexionar y pensar, claro que sirve, lo hacemos todos y nos permite hacer preguntas relevantes en nuestras actividades o intereses específicos, establecer hipótesis o proponernos explicaciones en lo que sea: música, biología, relaciones humanas, etc.
Lo que no me parece es que el estudio profesional de la filosofía sea una educación privilegiada para la tarea reflexiva, y los filósofos tampoco son profesionales mejores en la actividad intelectual (que se supone que es su especialidad). Cuando mucho saben historia de la filosofía, pero no analizan mejor la realidad ni hacen preguntas más relevantes sobre ningún tema.
La filosofía de la ciencia, como todas, sirve para reafirmar lo que pensamos. Si crees que la ciencia es una actividad real que trata con un mundo material y natural, lees a Bunge y a Russell y refuerzan tus propias reflexiones. Si consideras que la ciencia es una creencia, que no es privilegiada y que ni la realidad es real ni la objetividad es posible, lees a Feyerabend y a Kuhn y vas a encontrar tu refuerzo y hasta argumentos para sentirte más seguro. Si sientes que la ciencia es la mejor forma de entender el universo pero debe someterse a la autoridad de los filósofos que la estudian, lees a Pigilucci y lo mismo. Pero lo importante sería tener evidencias en favor de una u otra de esas posiciones, y para eso la filosofía no sirve, no obtiene conclusiones, no da respuestas. Es Penélope hilando ideas por el día que deshila por la noche.
Creo que los científicos deben reflexionar sobre la ciencia y sus implicaciones, como los periodistas lo hacemos sobre la ética de nuestra profesión y su relevancia social. Pero sigo sin encontrar que científicos ni periodistas estemos supeditados a las opiniones de filósofos, sus abstracciones y su especulación en el aire. Y lo que sí veo es que cuando la gente toma como verdad lo dicho por un filósofo sin someterlo a la prueba de la realidad, a la exigencia de evidencias, tienes desastres humanos potentes.
¿Cuándo me di cuenta? Supongo que a los 17 años, estudiando ética y viendo cómo se podía justificar filosóficamente cualquier atrocidad. O a los 18 estudiando historia de las doctrinas filosóficas. Lo he confirmado desde entonces pero sigo abierto a evidencias de que estoy en el error.
Evidencias, no discusiones como la que seguramente reiniciarán los evangelistas filosóficos dedicados a demostrarle al mundo que lo que yo creo está equivocado y que me va a volver a quitar horas de vida real y trabajo fructífero con la misma discusión bizantina por enésima vez en Facebook. Como si a alguien le importara si estoy equivocado o no.
Lo que no me parece es que el estudio profesional de la filosofía sea una educación privilegiada para la tarea reflexiva, y los filósofos tampoco son profesionales mejores en la actividad intelectual (que se supone que es su especialidad). Cuando mucho saben historia de la filosofía, pero no analizan mejor la realidad ni hacen preguntas más relevantes sobre ningún tema.
La filosofía de la ciencia, como todas, sirve para reafirmar lo que pensamos. Si crees que la ciencia es una actividad real que trata con un mundo material y natural, lees a Bunge y a Russell y refuerzan tus propias reflexiones. Si consideras que la ciencia es una creencia, que no es privilegiada y que ni la realidad es real ni la objetividad es posible, lees a Feyerabend y a Kuhn y vas a encontrar tu refuerzo y hasta argumentos para sentirte más seguro. Si sientes que la ciencia es la mejor forma de entender el universo pero debe someterse a la autoridad de los filósofos que la estudian, lees a Pigilucci y lo mismo. Pero lo importante sería tener evidencias en favor de una u otra de esas posiciones, y para eso la filosofía no sirve, no obtiene conclusiones, no da respuestas. Es Penélope hilando ideas por el día que deshila por la noche.
Creo que los científicos deben reflexionar sobre la ciencia y sus implicaciones, como los periodistas lo hacemos sobre la ética de nuestra profesión y su relevancia social. Pero sigo sin encontrar que científicos ni periodistas estemos supeditados a las opiniones de filósofos, sus abstracciones y su especulación en el aire. Y lo que sí veo es que cuando la gente toma como verdad lo dicho por un filósofo sin someterlo a la prueba de la realidad, a la exigencia de evidencias, tienes desastres humanos potentes.
¿Cuándo me di cuenta? Supongo que a los 17 años, estudiando ética y viendo cómo se podía justificar filosóficamente cualquier atrocidad. O a los 18 estudiando historia de las doctrinas filosóficas. Lo he confirmado desde entonces pero sigo abierto a evidencias de que estoy en el error.
Evidencias, no discusiones como la que seguramente reiniciarán los evangelistas filosóficos dedicados a demostrarle al mundo que lo que yo creo está equivocado y que me va a volver a quitar horas de vida real y trabajo fructífero con la misma discusión bizantina por enésima vez en Facebook. Como si a alguien le importara si estoy equivocado o no.