¿Qué diferencia sustancial hay entre el socialismo y el comunismo?
El comunismo pretende sustituir al capitalismo por un sistema poco atractivo (no hay un solo país comunista exitoso, y no vale China porque su parte exitosa es capitalista y de mercado). Su visión es que los medios de producción deben ser propiedad del estado, que noblemente lo administra en nombre de todos impartiendo justicia, distribuyendo riqueza y acabando con la competencia entre empresas, ideas, personas. Es la teoría.
El socialismo, como yo lo veo en acción, pretende llegar a ciertos puertos: igualdad de oportunidades al salir en la carrera de la vida (niños alimentados y con una buena educación pagada entre todos), que quienes se quedan atrás no sean desechados por la sociedad y reciban la protección del estado de nuevo a cargo de toda la sociedad), sanidad para todos, una fiscalidad que grave más al que más gana para redistribuir esa riqueza en la forma de servicios, y eventualmente que los trabajadores participen de manera amplia y clara en la propiedad de sus empresas (el medio de producción como propiedad de los trabajadores y no del estado). Para ello no tiene problema en usar al capitalismo, regularlo y controlarlo para aprovechar al máximo sus ventajas (que las tiene) y anular al máximo sus desventajas (que también). En una situación ideal, todos los trabajadores tendrán participación como propietarios de las empresas en las que trabajan. Y pueden competir con otras empresas en un mercado libre, pero regulado en una economía mixta que no caiga en la infantil o malévola creencia de que el mercado lo puede resolver todo o tiene voluntad... o que el mercado es tan malvado que se debe sustituir por la planificación de un estado de burócratas, que no funciona.
Hace poco leía un artículo sobre la enorme desigualdad que hay en los países nórdicos. Los ricos tienen muchísimo más que el resto de la población, pero esto no representa un conflicto social porque "el resto de la población" tiene una vida satisfactoria y un futuro: vivienda proporcionada por el estado, educación, sanidad, seguro de desempleo, pensiones suficientes, arte, cultura, entretenimiento y deporte. Creo que expresa muy bien la idea de que el enemigo es la pobreza, no la riqueza (descontando a los explotadores e hijoputas, claro).
Alguien me preguntaba si la izquierda quiere que todos seamos pobres, como en Cuba. Yo siempre he dicho que no, que al menos mi izquierda quiere que todos seamos cuando menos clase media, que tengamos las herramientas para ser más (ganar más, obtener mayor reconocimiento profesional, laboral, académico y social) y que seamos felices y podamos soñar. Si tienes eso para la mayoría, el que haya el 1% de ricos es menos problemático que cuando una buena porción de los demás están en la calle, sin salud, sin escuela, sin futuro, sin esperanza. Entonces la riqueza es una ofensa para el que no tiene qué llevarse a la boca. Pero fusilar a todos los ricos no hace clase media a los pobres, el procedimiento es otro.
El socialismo, como yo lo veo en acción, pretende llegar a ciertos puertos: igualdad de oportunidades al salir en la carrera de la vida (niños alimentados y con una buena educación pagada entre todos), que quienes se quedan atrás no sean desechados por la sociedad y reciban la protección del estado de nuevo a cargo de toda la sociedad), sanidad para todos, una fiscalidad que grave más al que más gana para redistribuir esa riqueza en la forma de servicios, y eventualmente que los trabajadores participen de manera amplia y clara en la propiedad de sus empresas (el medio de producción como propiedad de los trabajadores y no del estado). Para ello no tiene problema en usar al capitalismo, regularlo y controlarlo para aprovechar al máximo sus ventajas (que las tiene) y anular al máximo sus desventajas (que también). En una situación ideal, todos los trabajadores tendrán participación como propietarios de las empresas en las que trabajan. Y pueden competir con otras empresas en un mercado libre, pero regulado en una economía mixta que no caiga en la infantil o malévola creencia de que el mercado lo puede resolver todo o tiene voluntad... o que el mercado es tan malvado que se debe sustituir por la planificación de un estado de burócratas, que no funciona.
Hace poco leía un artículo sobre la enorme desigualdad que hay en los países nórdicos. Los ricos tienen muchísimo más que el resto de la población, pero esto no representa un conflicto social porque "el resto de la población" tiene una vida satisfactoria y un futuro: vivienda proporcionada por el estado, educación, sanidad, seguro de desempleo, pensiones suficientes, arte, cultura, entretenimiento y deporte. Creo que expresa muy bien la idea de que el enemigo es la pobreza, no la riqueza (descontando a los explotadores e hijoputas, claro).
Alguien me preguntaba si la izquierda quiere que todos seamos pobres, como en Cuba. Yo siempre he dicho que no, que al menos mi izquierda quiere que todos seamos cuando menos clase media, que tengamos las herramientas para ser más (ganar más, obtener mayor reconocimiento profesional, laboral, académico y social) y que seamos felices y podamos soñar. Si tienes eso para la mayoría, el que haya el 1% de ricos es menos problemático que cuando una buena porción de los demás están en la calle, sin salud, sin escuela, sin futuro, sin esperanza. Entonces la riqueza es una ofensa para el que no tiene qué llevarse a la boca. Pero fusilar a todos los ricos no hace clase media a los pobres, el procedimiento es otro.