Háblame de ti, enamórame. Sin tomártelo al pie de la letra ewe
Hablar de mí misma se me da mal. A menos que sea a través de metáforas y veinte mil capas para que no se note que soy yo.
Además, tampoco sé quién eres (o qué sabes de mí), ni lo que quieres saber.
Puedo decir que, normalmente, oculto muchísimo más de lo que muestro. Que mi noción del tiempo está completamente desequiibrada. Que la mayoría de la gente me cae mal, o, sencillamente, no me parece muy merecedora de mi simpatía. Que intento diferenciar entre actitudes y personas, porque si no lo hiciera, no me caería bien nadie, absolutamente nadie. Y... no sé. ¿Algo más concreto?
Además, tampoco sé quién eres (o qué sabes de mí), ni lo que quieres saber.
Puedo decir que, normalmente, oculto muchísimo más de lo que muestro. Que mi noción del tiempo está completamente desequiibrada. Que la mayoría de la gente me cae mal, o, sencillamente, no me parece muy merecedora de mi simpatía. Que intento diferenciar entre actitudes y personas, porque si no lo hiciera, no me caería bien nadie, absolutamente nadie. Y... no sé. ¿Algo más concreto?