Hielo abrasador

(Tengo rato libre, así que ALLÁ VA. AVISO: Mentes sensibles, no sigáis. Quien avisa no es traidor.)

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Nota. Para que encuentres las palbras más fácilmente, están en mayúsculas. :3

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Nuestra joven protagonista se despertó con una gran sonrisa. Era sábado y había planeado salir a comprar rarezas en una nueva tienda por la ciudad que parecía muy interesante.
Miró el RELOJ. "Mierda, las diez". Iba con un poco de retraso pero, si se vestía rápido, podría aprovechar al máximo el día.
Se levantó, empezó a andar a oscuras ("¿Por qué no subí las persianas? Ah, sí, el viento".), y...

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—Ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyy, maldita seaaaaaaaaa.

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Su dedo pequeño había tenido un pequeño encuentro amistoso con la esquina del CAJÓN. "Esto me pasa por desordenar todo anoche", se lamentó.

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Llegó a la cocina sana y salva, preguntándose cuántas veces se haría daño ese día. Empezar así era mal presagio. Abrió la NEVERA y sacó el brick de leche, y bebió a morro. Se le salió el blanco líquido por la comisura de los labios y se le deslizó por toda la mandíbula y cuello.
Volviendo a su habitación, cogió la ropa de encima de la SILLA y se vistió dando saltos por todo el cuarto, intentando abreviar los preparativos al máximo.

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Llegó al barrio donde se encontraba el establecimiento mientras caminaba soñanado con todo lo que podía encontrarse. Pero nunca imaginó lo que se encontró.
Cuando estuvo enfrente, se le escapó una carcajada sin querer. Era mejor de lo que pudo vislumbrar cuando la vio por primera vez, patinando a velocidad.

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Ya dentro, empezó a mirar con genuino interés todas las baratijas (y no tan baratas) que había sin ningún orden en especial. Eso lo volvería más interesante aún, pensó. O divertido, según cómo lo mirabas.
Encontró máquinas de escribir del siglo pasado, ábacos, libros en ediciones especiales (y buscadísimas), muletas de colores, sillas de dudosa estabilidad, y encimeras.
Muchas.
De múltiples (e inverosímiles) formas.
Pero la que más le llamó la atención, fue una que tenía encima una tela con un patrón muy curioso.
PENES. Literalmente. Era una tela de algodón común, corriente y moliente, con un dibujo de miembros adorables.

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—¿Cómo, cuándo, por qué?

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Miró el precio: bastante asequible. Y decidió que sería suyo.
La tela, porque había decidido hacer un vestido con él. La ENCIMERA por el recuerdo.

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(El dibujo sería este, xD Para que os hagáis una idea.)

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No, la verdad es que nadie me había preguntado amtes, Saku, así que puedes estr tranquila acerca ese punto.
A ver. La conocí en un maravilloso lugar llamado Internet, :')
Basically, la sigo desde hace un año (mes más, mes menos) y tal. Me llamó la atención desde el principio (bueno, eso me pasa con todos los que sigo, por narices debe haber algo que me llame la atención), y de vez en cuando, hablábamos por mención y tal.
Hará cuatro meses, si no me equivoco, me empezó a seguir ella y empezamos a hablar más y eso. Pero claro, eso me da un margen de ocho meses stalkeándola como quien no dice la cosa (xD), lo que da para bastante, xDDD
Y no sé. He de decir que yo soy MUY mala identificando mis propios sentimientos. Me cuesta muchísimos aceptar que alguien me gusta o que he empezado a querer a alguien. Ni idea de por qué. Me pasa y ya.
Total, así con la chorra, cada vez que hablábamos, yo tenía mis reacciones imprevistas (véase, sonreír con solo saludar y típica sonrisita tonta) pero nada, yo no correlacionaba. Como ya he dicho, soy manca.
Y bue, hará un mes y pico, la mencioné con un "Si me hiciese lesbiana, sería por ti" (ole yo, saes), básicamente, porque me encantaba y realmente, ese momento lo pensé (cosa que me sorprendió más a mí misma que nada, vamos). Y me contestó plan de "¿en serio?", yo dije que sí, y se quejó de que fuera hetero bc, citando, que era además de interesante, guapísima. Vale, pues aquello me pilló desprevenida. Mucho.
Y bueno, como tenía su número, le mandé un mensaje preguntándole si iba en serio eso último. Me dijo que sí y bue, como llevaba veinticuatro horas comiéndome la cabeza con el temita, le solté de sopetón que si lo haría en serio. Lo de salir conmigo, quiero decir.
Meh, me dijo que así, de repente, no podía contestarme porque se lo tenía que pensar y tal. Eso me lo esperaba y bueno, le dije que lo comprendía y le daba el tiempo que necesitara pero que quería la respuesta bc a mí no me gusta nada de nada vivir con la duda en el cuerpo.
Poco más tarde, me dijo que podíamos intentarlo pero que no esperase mucho porque de momento solo le gustaba y esop. Le dije que no me importaba, y nada. Eso.
Con los días pasando, me daba cuenta de que iba creciendo su cariño por mí y tal.
Por mi parte, mi natural barrera emocional que mantengo en general, no le veía el sentido en esa situación e iba derrumbándola poquito a poco (nunca se va del todo, siempre quedan resquicios).
No sé. Eso es todo, básicamente.
Siento la redacción pésima, es lo que me pasa al hablar de mis sentimientos, se me mezcla todo en la cabeza, u.u
Oh, y vive (como pone en su bio, xD) en Aragonia que digo yo.
Hale, ¿he satisfecho tus instintos cotillas?

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