C) ¿Del amor al odio hay solo un paso? Att:
Es curioso, porque (en mi opinión) son dos sentimientos igual de intensos, aún siendo la antítesis el uno del otro.
Hay gente que no consigue entender cómo, eso que preguntas, es posible. Cómo se puede pasar de querer a alguien con toda tu alma a desearle tormento eterno en apenas un segundo.
Yo suelo aplicar la ley de la conservación de la energía. Ya sabes, eso de que la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma.
Cuando sientes amor por alguien, y, esa persona hace algo que provoca que se invierta su efecto en tí, todo ese sentimiento que has ido alimentando durante tanto tiempo, no puede desaparecer al instante. Dependiendo de la reacción de cada uno/a, puede transformarse en tristeza, dolor, melancolía... cualquier cosa. Pero, mientras se termina de transformar, arde. Arde dentro de tí.
Y, eso que arde, es el odio. Es el amor que se quema.
Al igual que ocurre con el metabolismo, habrá personas que lo quemarán más rápido que otras.
Eso, y que, a algunos, nos gusta el calorcito que desprende.
Aporta la falsa sensación de que, todo lo que sentiste, no fue en vano. Que sigue contigo, aunque sea de otra forma.
Hay gente que no consigue entender cómo, eso que preguntas, es posible. Cómo se puede pasar de querer a alguien con toda tu alma a desearle tormento eterno en apenas un segundo.
Yo suelo aplicar la ley de la conservación de la energía. Ya sabes, eso de que la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma.
Cuando sientes amor por alguien, y, esa persona hace algo que provoca que se invierta su efecto en tí, todo ese sentimiento que has ido alimentando durante tanto tiempo, no puede desaparecer al instante. Dependiendo de la reacción de cada uno/a, puede transformarse en tristeza, dolor, melancolía... cualquier cosa. Pero, mientras se termina de transformar, arde. Arde dentro de tí.
Y, eso que arde, es el odio. Es el amor que se quema.
Al igual que ocurre con el metabolismo, habrá personas que lo quemarán más rápido que otras.
Eso, y que, a algunos, nos gusta el calorcito que desprende.
Aporta la falsa sensación de que, todo lo que sentiste, no fue en vano. Que sigue contigo, aunque sea de otra forma.