¿Es válido el argumento de "no te quejes porque hay gente que vive en peores condiciones"? ¿No se crean (las necesidades) en base al contexto social, económico y momento histórico de cada uno? ¿Por qué debemos suprimir nuestros dolores bajo la afirmación de que "hay gente que vive peor"?
Es una consecuencia de, por un lado, el defecto que tiene el ser humano de creerse siempre el ombligo del mundo, y, por otro, el individualismo de este.
Si actuásemos como "grupo", priorizaríamos los problemas o necesidades más globales y peligrosas como la esclavitud o el racismo en lugar de preocuparnos porque nadie nos quiera o por no tener suficiente dinero como para permitirnos algún que otro placer.
Pero, el ser humano, no es una mente colmena. Somos sujetos individuales, con necesidades individuales, que, como tú dices, dependiendo del contexto social, económico e histórico, serán unas u otras.
Entiendo que, por ejemplo, a una persona que fue abandonada al nacer y que nunca ha tenido un hogar, le pueda parecer ridículo oírme decir que he sufrido maltrato en mi casa. Por lo menos tuve una casa, me diría.
Y, yo, le respondería que qué tiene que ver. ¿Acaso no puede afectarme absolutamente nada de lo que me ocurra en la vida sólo porque tú tuviste peor suerte? ¿No es eso igual de egoísta?
Si suponemos que la esclavitud, por ejemplo, es un problema más grave que el bullying, entonces, dejemos que lo segundo siga campando a sus anchas y destrozando vidas. Total, al menos, esos chicos y chicas pueden ir a un colegio.
Y, esto, me lleva al inicio de mi respuesta. A una de las principales, si no la principal, característica de nuestra especie. El egocentrismo. El creerse el centro del universo.
Vivir cegados por la propia estupidez de negar el dolor de una persona o de un grupo debido a que tienen una vida mínimamente más cómoda, en lugar de centrar las fuerzas en derribar al culpable o culpables de que exista dicha desigualdad.
Pero, así es el ser humano.
Un despropósito, por naturaleza.
Si actuásemos como "grupo", priorizaríamos los problemas o necesidades más globales y peligrosas como la esclavitud o el racismo en lugar de preocuparnos porque nadie nos quiera o por no tener suficiente dinero como para permitirnos algún que otro placer.
Pero, el ser humano, no es una mente colmena. Somos sujetos individuales, con necesidades individuales, que, como tú dices, dependiendo del contexto social, económico e histórico, serán unas u otras.
Entiendo que, por ejemplo, a una persona que fue abandonada al nacer y que nunca ha tenido un hogar, le pueda parecer ridículo oírme decir que he sufrido maltrato en mi casa. Por lo menos tuve una casa, me diría.
Y, yo, le respondería que qué tiene que ver. ¿Acaso no puede afectarme absolutamente nada de lo que me ocurra en la vida sólo porque tú tuviste peor suerte? ¿No es eso igual de egoísta?
Si suponemos que la esclavitud, por ejemplo, es un problema más grave que el bullying, entonces, dejemos que lo segundo siga campando a sus anchas y destrozando vidas. Total, al menos, esos chicos y chicas pueden ir a un colegio.
Y, esto, me lleva al inicio de mi respuesta. A una de las principales, si no la principal, característica de nuestra especie. El egocentrismo. El creerse el centro del universo.
Vivir cegados por la propia estupidez de negar el dolor de una persona o de un grupo debido a que tienen una vida mínimamente más cómoda, en lugar de centrar las fuerzas en derribar al culpable o culpables de que exista dicha desigualdad.
Pero, así es el ser humano.
Un despropósito, por naturaleza.