HunHan, top!Luhan con Sehun vestido de Peggy Carter, con todo y labios rojos~
No era lo que tenía en mente... es aún mejor. Está atado de manos y pies, boca abajo en la cama y Sehun tiene muy firmemente apuntada una pistola a su cabeza, justo por detrás. No lo toca, porque es una dama muy digna, pero lo domina con la altura que esos escarpines rojos acentúan. Dios santo.
-¿Señor Lu?- Lo llama, con firmeza en la voz pero elegancia, hay una nota femenina en su timbre, delicioso.- Podemos hacer esto de dos formas, puede decirme para quién trabaja o puedo dejar que la Agencia lo encuentre y le saquen la verdad a golpes.
Luhan con la cara casi sumergida en el colchón no puede hablar así que balbucea y él, ella, en ese conjunto semiformal color azul marino, sube una rodilla al colchón frente a él. Lleva medias color beige puestas, su muslo es fuerte pero flaco. No puede evitarlo, la imagen mental, la imagen de hecho, es demasiado para él y gime extasiado.
Sehun se ríe y baja la pierna, quitando lentamente la pistola de su cabeza. Luhan gira en la cama e intenta escupir la mordaza, el más joven, con una peluca rizada castaña hasta la barbilla y los labios pintados de rouge intenso lo ayuda y se sienta a su lado, sonriendo.
-Lo siento, no vi cómo ese escenario podía ponerse sexy. Me metí demasiado en el papel.
-Igual estoy duro.
-Sí, me doy cuenta.- Con una risita pasa sus manos manicuradas por encima del modesto bulto que Luhan luce bajo la cremallera.- De haber sabido que te gustaba tanto que te emboscaran con un gancho al cuello en la entrada de tu casa, lo hubiera intentado antes.
-Desátame.
-No...- Sehun sonríe, tiene delineados los ojos, rubor en las mejillas, el rizo de su frente está fuera de lugar pero se ve precioso y sumado a ello, le está abriendo la bragueta y bajando los calzoncillos.- Yo creo que podemos aprovechar.
Se sube la falda de tubo hasta la cadera y si Luhan creía que no podía ser peor, se equivocaba. Las medias son hasta el muslo, no lleva un liguero pero tienen un encaje grueso bien notorio que las mantiene en su lugar.
-Sé que pedí esto alguna vez pero no pensé que te lo tomarías tan en serio.
-Me subestimas.- Susurra, enorme pero adornado como una mujer elegante de los años cincuentas, Sehun trepando sobre su cuerpo y sentándose sobre su ahora expuesto miembro que está embarazosamente duro. Luhan echa atrás la cabeza cuando siente bajo la falda, tras las bragas negras el roce del propio miembro de Sehun y sus testículos frotarse con él. -¿Por qué te gustan las mujeres que pueden partirte el culo?
-¿Porque tengo mommy issues?
-Asco.- Dice juguetón y le da una bofetada suave. Luhan sonríe, rojo hasta las orejas y empuja la cadera hacia arriba.
-¿Otra vez?
-¿Señor Lu?- Lo llama, con firmeza en la voz pero elegancia, hay una nota femenina en su timbre, delicioso.- Podemos hacer esto de dos formas, puede decirme para quién trabaja o puedo dejar que la Agencia lo encuentre y le saquen la verdad a golpes.
Luhan con la cara casi sumergida en el colchón no puede hablar así que balbucea y él, ella, en ese conjunto semiformal color azul marino, sube una rodilla al colchón frente a él. Lleva medias color beige puestas, su muslo es fuerte pero flaco. No puede evitarlo, la imagen mental, la imagen de hecho, es demasiado para él y gime extasiado.
Sehun se ríe y baja la pierna, quitando lentamente la pistola de su cabeza. Luhan gira en la cama e intenta escupir la mordaza, el más joven, con una peluca rizada castaña hasta la barbilla y los labios pintados de rouge intenso lo ayuda y se sienta a su lado, sonriendo.
-Lo siento, no vi cómo ese escenario podía ponerse sexy. Me metí demasiado en el papel.
-Igual estoy duro.
-Sí, me doy cuenta.- Con una risita pasa sus manos manicuradas por encima del modesto bulto que Luhan luce bajo la cremallera.- De haber sabido que te gustaba tanto que te emboscaran con un gancho al cuello en la entrada de tu casa, lo hubiera intentado antes.
-Desátame.
-No...- Sehun sonríe, tiene delineados los ojos, rubor en las mejillas, el rizo de su frente está fuera de lugar pero se ve precioso y sumado a ello, le está abriendo la bragueta y bajando los calzoncillos.- Yo creo que podemos aprovechar.
Se sube la falda de tubo hasta la cadera y si Luhan creía que no podía ser peor, se equivocaba. Las medias son hasta el muslo, no lleva un liguero pero tienen un encaje grueso bien notorio que las mantiene en su lugar.
-Sé que pedí esto alguna vez pero no pensé que te lo tomarías tan en serio.
-Me subestimas.- Susurra, enorme pero adornado como una mujer elegante de los años cincuentas, Sehun trepando sobre su cuerpo y sentándose sobre su ahora expuesto miembro que está embarazosamente duro. Luhan echa atrás la cabeza cuando siente bajo la falda, tras las bragas negras el roce del propio miembro de Sehun y sus testículos frotarse con él. -¿Por qué te gustan las mujeres que pueden partirte el culo?
-¿Porque tengo mommy issues?
-Asco.- Dice juguetón y le da una bofetada suave. Luhan sonríe, rojo hasta las orejas y empuja la cadera hacia arriba.
-¿Otra vez?
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Leto