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¿Le temes al amor?
No es que le tema a esta altura. Mejor interpretado, me temo a mí de él. Y no por menospreciarlo, ni por olvidar o nunca haber aprendido como dirigirlo. Simplemente... Estoy muy fuera de su alcance en estos momentos. Muy lejos de querer vivirlo directamente en un sentido más profundo y exclusivo.
Por otro lado, podemos encontrar el amor en todos lados. No hay porciones que lo definan. El amor natural con el que cuento, vivo y me expreso, me encamina a sentirme bien persuadido por mis conclusiones.
Por otro lado, podemos encontrar el amor en todos lados. No hay porciones que lo definan. El amor natural con el que cuento, vivo y me expreso, me encamina a sentirme bien persuadido por mis conclusiones.
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Jessa.
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rayito
Kate Gorietti.
Annie Hawke.
¿Qué se necesita para conquistarte?
Todos contamos con miedos, inseguridades, hasta a veces complejos. De vez en cuando nos dignamos a dejar eso atrás y nos forzamos a soltarlo todo sin importar cuan pésimo resultaron las respuestas de aquello que nos producía estas emociones. Despojarnos y adherirnos a algo que creemos positivo. Sin embargo, lo único valido es haberlo intentado. Es una muestra de valor bastante genuina, considerando como vivimos actualmente.
Sea lo que sea, ambas partes o formas de ser es lo que nos hace ser humanos. Lo que saca nuestra humanidad. No me importaría formar parte de una, o de la otra. O de aquella que emerge en silencio y que nos toma por sorpresa cuando llega el momento mas oportuno. No se necesita nada, pero creo que es importante entender esto, que en realidad no hay nada por lo que esperar.
Sea lo que sea, ambas partes o formas de ser es lo que nos hace ser humanos. Lo que saca nuestra humanidad. No me importaría formar parte de una, o de la otra. O de aquella que emerge en silencio y que nos toma por sorpresa cuando llega el momento mas oportuno. No se necesita nada, pero creo que es importante entender esto, que en realidad no hay nada por lo que esperar.
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¿Se te facilita más expresarte textualmente u oralmente?
Ninguna de las dos. No tengo un patrón de expresión para seguir. En cuanto necesito soltar algo, digo lo que considero necesario. Incluso al no estar diciendo nada continuo diciendo algo que puede considerarse importante si quieren intentar interpretarme desde algo especifico.
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Annie Hawke.
"He conocido a pocas personas que me dejan sin aliento. Nada que ver con la intimidad y eso que rosa con lo “exclusivo”; a veces puedes admirar tan realmente, tan honestamente, que lo único que terminas haciendo es basarte precisamente en eso: en admirar y disfrutar." ¿Has formado parte de algo así?
@Kate_Gorietti me ha enseñado muchas cosas. Entre esas el hecho de hacer posible el aguantarme, soportarme y... creo que entenderme. Todavía sigo en proceso de creerme la ultima, pero es interesante ver como ella insiste.
Uno de los apoyos más extraordinarios que he tenido. Gracias por tanta anomalía, rubia.
Uno de los apoyos más extraordinarios que he tenido. Gracias por tanta anomalía, rubia.
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Jessa.
Varsetti.
Kate Gorietti.
Annie Hawke.
Blume.
Somos cosas totalmente impredecibles. Y hasta a veces, solo con lo negativo. Sin embargo, quiero que observes a tu alrededor y selecciones a ese aquel al que ves que poco a poco mejora en silencio. Que con modestia se desenvuelve, se supera, y es capaz de cosas que no imaginarías. Cosas buenas.
Supongo que después de un tiempo, solo pude experimentar esta sensación conmigo mismo. Cosas que solo surgen en cuanto decides dejar de escarbar en las sobras marchitas y te concentras en la raíz del fruto. No pretendo alardear o alargar acerca de mi persona, porque no me gusta, y lo evito, pero considero un avance fenomenal el hecho de tambalearte, directamente caerte y observar a la vida sin motivo mientras continua su curso por un momento, posteriormente levantarte, seguir extendiéndote, mirar y seguir en una sola dirección y de momento ser inseguro y virar tu cabeza a diferentes direcciones por miedo a no estar en el camino correcto, y todo sin perder la noción de la persona que eres, por qué y por quien te encuentras donde estas.
Creo que no necesito de muchas cosas, además de mi mismo, y la espera en Dios. No soy excesivo, y reconozco que muchas veces cualquier tentación o defecto me lleva a un límite que en realidad nunca quise tocar, puede tocar su punto de partida, y es que nadie es terminantemente adecuado para mantenerse hasta el final, nadie es lo absoluto para manejar las cosas por sí solo y sin una guía. Me gusta creer que su tiempo es perfecto, y que todos podemos prepararnos por el intentar. Que las situaciones que deben corresponder a tus elecciones o deseos deben suceder en determinado tiempo y no con desesperación, con forzamientos, mas si con su sabiduría y la que tu vas adquiriendo.
No subestimo nada de lo que hace por mi y menos, lo que yo hago a raíz de lo que aprendo generalmente hablando. Me gusta pensar que reprimirme no es la opción. Y últimamente, a pesar de vivírmela y jugármela con un genuino silencio, me siento bien con las decisiones que he empezado a tomar. Incluso cuando cometo errores y enseguida mi consciencia ataca y me da una idea de cómo hacerlo mejor sin necesidad de tropezar una vez más.
Me siento tranquilo, relajado, y "aquietado". Como si nadie pudiese corromper esta paz que me abraza con tanta fuerza.
Creo que no necesito de muchas cosas, además de mi mismo, y la espera en Dios. No soy excesivo, y reconozco que muchas veces cualquier tentación o defecto me lleva a un límite que en realidad nunca quise tocar, puede tocar su punto de partida, y es que nadie es terminantemente adecuado para mantenerse hasta el final, nadie es lo absoluto para manejar las cosas por sí solo y sin una guía. Me gusta creer que su tiempo es perfecto, y que todos podemos prepararnos por el intentar. Que las situaciones que deben corresponder a tus elecciones o deseos deben suceder en determinado tiempo y no con desesperación, con forzamientos, mas si con su sabiduría y la que tu vas adquiriendo.
No subestimo nada de lo que hace por mi y menos, lo que yo hago a raíz de lo que aprendo generalmente hablando. Me gusta pensar que reprimirme no es la opción. Y últimamente, a pesar de vivírmela y jugármela con un genuino silencio, me siento bien con las decisiones que he empezado a tomar. Incluso cuando cometo errores y enseguida mi consciencia ataca y me da una idea de cómo hacerlo mejor sin necesidad de tropezar una vez más.
Me siento tranquilo, relajado, y "aquietado". Como si nadie pudiese corromper esta paz que me abraza con tanta fuerza.
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Blume.
{•} ¿Por qué odiar lo que no entendemos? ¿Es tan poco nuestro interés como para rechazar?
El ser humano opta por rechazar todo aquello que esta fuera de su alcance, de su sabiduría y su entendimiento. Mientras requiera el más mínimo esfuerzo, pues mejor, y lo que amplía esta ideología es cuando a duras medias eso consigue adecuarse a nosotros hasta un punto que parece perfecto, sin importar cuán superficial y temporal pudo resultar al finalizarse, seguiremos insistiendo. Y ahí está la disyuntiva: ¿qué es cierta y verdaderamente perfecto en esta vida? ¡Absolutamente nada! Igualmente se presenta la misma queja, la dualidad que reprocha culpas y cargas, hacia otros y hacia otras, nunca hacia ti mismo; jamás se toma en cuenta la parte donde en realidad jamás verdaderamente luchaste por algo que presuntamente mereciste.
Hemos sido entrenados para anhelar lo menos complicado antes aquello que podría dejarnos sin aliento desde el comienzo. Y no es tanto el hecho de decidirlo, sino el no saber cómo reconocer cuanto nos hace retroceder esta elección y todas las buenas oportunidades que a la vez se nos desprenden poco a poco de los dedos.
En lo personal, siempre me ha gustado apoyarme en razones reales, y moldear muchas más bastándome en ellas; nada que ver con lo premeditado, o supuesto desde mi propia cabeza que me indique cuan valida podría ser su aparición. Creo en las cosas que realmente ceden a un roce limpio y que queman, que te recuerdan lo que es ser un ser humano y porque contamos con la imperiosa necesidad de sentir y darle validez a nuestras emociones.
Hemos sido entrenados para anhelar lo menos complicado antes aquello que podría dejarnos sin aliento desde el comienzo. Y no es tanto el hecho de decidirlo, sino el no saber cómo reconocer cuanto nos hace retroceder esta elección y todas las buenas oportunidades que a la vez se nos desprenden poco a poco de los dedos.
En lo personal, siempre me ha gustado apoyarme en razones reales, y moldear muchas más bastándome en ellas; nada que ver con lo premeditado, o supuesto desde mi propia cabeza que me indique cuan valida podría ser su aparición. Creo en las cosas que realmente ceden a un roce limpio y que queman, que te recuerdan lo que es ser un ser humano y porque contamos con la imperiosa necesidad de sentir y darle validez a nuestras emociones.
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Kate Gorietti.
Annie Hawke.
¿Cual es la forma de amar con la que vives actualmente?
De incoherencia y contradicciones estamos hechos todos, como vemos al cada vez que echamos de menos a alguien y desordenamos un poco nuestra vida. Ojalá algún día mi cabeza entienda que la noche se hizo para dormir, no para arreglar el mundo. Arreglarme especialmente a mi, y mejorar los efectos de una herida infectada.
Esto no es capricho, sino amar. Amar, de una forma en que te lías en planos inexplorados que te llevan a ceder a visiones especiales tanto como incomparables. Lo único que quiero es que brille, que vuele, que arrase y que sea todo lo que se proponga, por mas temporal que pueda llegar a ser. Lo único que me gustaría que supiera es que la amo y amé, que la miré, la sentí, la toqué, como nunca hubiese querido hacerlo con otra persona. Que jamas había echado de menos tanto su sonrisa, su piel, su olor, su esencia. Que no pretendo olvidar sus brazos rodeandome, su voz hablándome con mera exclusividad, y su amor tan puro y honesto, tan esmerado y desesperado.
Pero que aun así, lo entiendo. Que porque la ame de una forma única no quiere decir que tenga yo que ser el que le pueda otorgar lo que busca, en cuanto lo pierde. Y que eso no le hace ser la culpable y mas cuando nuestra relación jamas fue una competencia, ni una deuda. Estoy lleno de orgullo, por verla tan capaz, tan ella misma, a todas horas. Por ser la mujer que poco a poco se ha ido convirtiendo gracias a las experiencias que tuvo y tuvimos. Por ser a quien mas admiro, y reconozco con gestos de valor. Lo único que me complace a estas alturas es que ella todavía permite que la proteja con lealtad y cariño, a pesar de nuestros cambios. Que sepa lo que es capaz de generar un pensamiento compartido, así pase a convertirse en un secreto, con el tiempo. Que sepa que soy capaz de aguardar, por lo que sea, por un reconciliación o por la oportunidad de intentar darle felicidad a pesar de saber que solo se necesita a ella misma para hallarla con tal de darla hecha.
Es mas de lo que cree, y lo especial de las personas realmente es cuando se esfuerzan por darse su propia oportunidad. Sin mi o conmigo, mi objetivo es conseguir su felicidad.
Esto no es capricho, sino amar. Amar, de una forma en que te lías en planos inexplorados que te llevan a ceder a visiones especiales tanto como incomparables. Lo único que quiero es que brille, que vuele, que arrase y que sea todo lo que se proponga, por mas temporal que pueda llegar a ser. Lo único que me gustaría que supiera es que la amo y amé, que la miré, la sentí, la toqué, como nunca hubiese querido hacerlo con otra persona. Que jamas había echado de menos tanto su sonrisa, su piel, su olor, su esencia. Que no pretendo olvidar sus brazos rodeandome, su voz hablándome con mera exclusividad, y su amor tan puro y honesto, tan esmerado y desesperado.
Pero que aun así, lo entiendo. Que porque la ame de una forma única no quiere decir que tenga yo que ser el que le pueda otorgar lo que busca, en cuanto lo pierde. Y que eso no le hace ser la culpable y mas cuando nuestra relación jamas fue una competencia, ni una deuda. Estoy lleno de orgullo, por verla tan capaz, tan ella misma, a todas horas. Por ser la mujer que poco a poco se ha ido convirtiendo gracias a las experiencias que tuvo y tuvimos. Por ser a quien mas admiro, y reconozco con gestos de valor. Lo único que me complace a estas alturas es que ella todavía permite que la proteja con lealtad y cariño, a pesar de nuestros cambios. Que sepa lo que es capaz de generar un pensamiento compartido, así pase a convertirse en un secreto, con el tiempo. Que sepa que soy capaz de aguardar, por lo que sea, por un reconciliación o por la oportunidad de intentar darle felicidad a pesar de saber que solo se necesita a ella misma para hallarla con tal de darla hecha.
Es mas de lo que cree, y lo especial de las personas realmente es cuando se esfuerzan por darse su propia oportunidad. Sin mi o conmigo, mi objetivo es conseguir su felicidad.
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B.
Etiénne W. Sevigné
Silver Madden
Kate Gorietti.
¿Te aferras a algún recuerdo?
No llamo aferrar, sino a no querer olvidar. Aunque no hayan muchas diferencias entre ambas terminologías, gracias a la historia que tuvimos, hace que tenga una clase de sentido especial para mi.
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Jessa.
Kate Gorietti.
Q:black
Z
Con La Miel En Los Labios;
Que un hombre llore, ¿influye en la veracidad de su masculinidad?
¿La 'VERACIDAD' de su masculinidad?
No pretendo sonar maleducado, pero, ¿cuando nos empezaremos a considerar como seres humanos, no como objetos, ni planes, ni protocolos?
La veracidad, es, lo propio de las personas. Eso especial e incomparable que se origina a raíz de los descubrimientos que nos van perteneciendo. No es una calificación, ni una categoría por la cual esforzarnos a pertenecer. Por ejemplo, en esta parte que mencionas. En primer lugar, un hombre no es un hombre, sino un ser humano como vuelvo a mencionar. Y siento que es un gran error tratar de participar esta parte tan malinterpretada con las palabras que empleas. En primer lugar cuando es evidente que no hay nada que perder, o ganar.
No pretendo sonar maleducado, pero, ¿cuando nos empezaremos a considerar como seres humanos, no como objetos, ni planes, ni protocolos?
La veracidad, es, lo propio de las personas. Eso especial e incomparable que se origina a raíz de los descubrimientos que nos van perteneciendo. No es una calificación, ni una categoría por la cual esforzarnos a pertenecer. Por ejemplo, en esta parte que mencionas. En primer lugar, un hombre no es un hombre, sino un ser humano como vuelvo a mencionar. Y siento que es un gran error tratar de participar esta parte tan malinterpretada con las palabras que empleas. En primer lugar cuando es evidente que no hay nada que perder, o ganar.
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Kate Gorietti.
alma mía
Paula.
Identifica, con cualquier cosa que gustes, lo que sientes. Lo que has intentado decir todo este tiempo, sin saber cómo hacerlo o tener el momento adecuado. ¡Tan solo, intenta!
« And I'd give up forever to touch you,
because I know that you feel me somehow.
You're the closest to heaven that I'll ever be,
and I don't want to go home right now.
And all I can taste is this moment,
and all I can breathe is your life.
And sooner or later it's over...
I just don't wanna miss you tonight.
I don't want the world to see me,
because I don't think that they'd understand,
when everything's made to be broken
I just want you to know who I am. »
because I know that you feel me somehow.
You're the closest to heaven that I'll ever be,
and I don't want to go home right now.
And all I can taste is this moment,
and all I can breathe is your life.
And sooner or later it's over...
I just don't wanna miss you tonight.
I don't want the world to see me,
because I don't think that they'd understand,
when everything's made to be broken
I just want you to know who I am. »
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Kate Gorietti.
Paula.
Con La Miel En Los Labios;
¿Has abandonado y remplazado?
Reemplazar nunca ha existido para mi. No por querer decir que jamas lo he hecho, aunque sea verdad a partir de la siguiente creencia, sino porque, todas esas huellas, ronces, rasguños, o directamente, recuerdos, al final nunca se van por completo. La enseñanza, que te brindó la situación. Lo que te hizo ser su impacto después de haberlo recibido.
Por mas que puedas encontrar complementos en donde sea que te lo propongas, no creo posible que entre ellos logren compararse.
Por mas que puedas encontrar complementos en donde sea que te lo propongas, no creo posible que entre ellos logren compararse.
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Q:black
◆ Co's pidan contraseña
Z
Paula.
Kate Gorietti.
♤ ¿Eres de lxs que piensa que todo pasa por algo, o sea, que todo tiene una razón?
Lo hago de la forma en la que me permita lograr conectar teorías, entender los por qué, los motivo de vivencia, no por dependencia, ni por creerlo una huida posible de la realidad; forjar una suposición que me impida apegarme a la verdad.
Cabe aclarar que cualquiera de las opciones me tienen realmente sin cuidado. Es bueno, compactar con lo real. Tener una voluntad honesta, no esperar ni creer cuando ni siquiera cuentas con razones además de las que tu idealizaciones suelen crear. Considero que ya después de que lo entiendes, trabajar esta parte se vuelve un instinto, y ni siquiera tienes por qué esforzarte en cuanto la llevas a cabo.
Cabe aclarar que cualquiera de las opciones me tienen realmente sin cuidado. Es bueno, compactar con lo real. Tener una voluntad honesta, no esperar ni creer cuando ni siquiera cuentas con razones además de las que tu idealizaciones suelen crear. Considero que ya después de que lo entiendes, trabajar esta parte se vuelve un instinto, y ni siquiera tienes por qué esforzarte en cuanto la llevas a cabo.
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Dorian.
Paula.
Kate Gorietti.
temporarily;
Tres interrogantes: ¿Qué os enseña a ser fuertes? ¿Qué os mantiene fuertes? ¿Qué os debilita?
Lo que me exige. Lo que me lleva a demandarme más de la cuenta a mí mismo, y especialmente cuando algo me intenta trasladar a una posibilidad de auto-subestimarme en el intermedio con tal de, con total independencia, ponerme a prueba al desear conseguir lo que quiero mientras lucho contra eso que amenaza. Demostrarme, probarme, no para el resto, sino para mí mismo.
De igual modo, también sucede con términos que suelen ser más tibios, pero a escondidas, no del todo. Porque a veces contamos con ‘verdades’ que intentan invadirnos de la seguridad de que ya tenemos todo lo que necesitamos, que no es necesario seguir buscando, pero en cuanto menos te los esperas repentinamente estas mismas vienen y te sorprenden con una jugada distinta que enseguida te hacen ver que nunca hubo un final realmente. No debemos permitir que ellas nos acostumbren a ensoberbecer las salidas, entradas, espacios sin fondo o atajos que suelen estar ocultos, pero que terminas por alguna razón encontrando.
Lo que me mantiene al pie soy yo mismo. Todo lo que me hace decidir, o pensar, gracias a lo que he ido seleccionando como complemento de estructura para todas mis respuestas. Hay algo que veo en mi que no puedo –ni creo posible– hallar en otros espacios, y que precisamente al ayudarme a intentar reconocer su existencia, me hace trabajar sin límites. A pesar de los momentos de contradicción, desgano o fatiga que puedo tener conmigo mismo. Siempre está ahí, nunca desiste. Siempre me inspira.
Lo que me debilita es no haberlo conseguido –al menos por el momento–. En cuanto me doy cuenta que soy el perfecto ejemplo para demostrar que sin importar lo grande y admirable que puedan ser el esfuerzo o la dedicación durante el proceso, no todo el tiempo tiene que existir una justificación que ceda a darme lo que busco. Y vuelvo a ponerme otra armadura, incluso más fuerte que la anterior; levanto las murallas de protección, tratando de estar cada vez más ausente externa tanto como internamente, y vuelvo las salidas cada vez más pocas a medida que mis agallas se van endureciendo.
De igual modo, también sucede con términos que suelen ser más tibios, pero a escondidas, no del todo. Porque a veces contamos con ‘verdades’ que intentan invadirnos de la seguridad de que ya tenemos todo lo que necesitamos, que no es necesario seguir buscando, pero en cuanto menos te los esperas repentinamente estas mismas vienen y te sorprenden con una jugada distinta que enseguida te hacen ver que nunca hubo un final realmente. No debemos permitir que ellas nos acostumbren a ensoberbecer las salidas, entradas, espacios sin fondo o atajos que suelen estar ocultos, pero que terminas por alguna razón encontrando.
Lo que me mantiene al pie soy yo mismo. Todo lo que me hace decidir, o pensar, gracias a lo que he ido seleccionando como complemento de estructura para todas mis respuestas. Hay algo que veo en mi que no puedo –ni creo posible– hallar en otros espacios, y que precisamente al ayudarme a intentar reconocer su existencia, me hace trabajar sin límites. A pesar de los momentos de contradicción, desgano o fatiga que puedo tener conmigo mismo. Siempre está ahí, nunca desiste. Siempre me inspira.
Lo que me debilita es no haberlo conseguido –al menos por el momento–. En cuanto me doy cuenta que soy el perfecto ejemplo para demostrar que sin importar lo grande y admirable que puedan ser el esfuerzo o la dedicación durante el proceso, no todo el tiempo tiene que existir una justificación que ceda a darme lo que busco. Y vuelvo a ponerme otra armadura, incluso más fuerte que la anterior; levanto las murallas de protección, tratando de estar cada vez más ausente externa tanto como internamente, y vuelvo las salidas cada vez más pocas a medida que mis agallas se van endureciendo.
¿Eres de perdonar lo que sea?, ¿cree que es bueno o malo?, ¿sueles guardar algún tipo de resentimiento hacia las personas que te han lastimado?, ¿crees que alguien sienta lo mismo por ti?
Perdonar no quiere decir una confianza casi instantánea. Todo gira alrededor de la afinidad, del trato, y una disculpa no refiere a que se esté destramando una justificación ante cualesquiera que hayan sido los hechos que me llevaron a alejarme, y por ende, más tarde actuar como si todo estuviera compensado.
Perdono, y evito el rencor a toda costa. Es como una filosofía. Pero sin embargo, la cicatriz ya se ha hecho un espacio, y es difícil que las cosas después de un perdón retomen el ritmo usual de los acontecimientos. Creo que, de igual modo, todo equivaldría en que tanto sienta ganas esa persona de enmendarlo. De demostrar que lo entiende, y admitir que si estuvo equivocado. Que a lo mejor yo igualmente tuve mis fallas, y hablarlo. Honestidad. Trabajo en equipo. De cualquier modo nadie merece cargas ni responsabilidades extras. No depende de quién lleva el mayor peso, sino llevarlo juntos en cuanto se reconoce, antes obteniendo mis razones para validar la persistencia. El segundo intento.
Perdono, y evito el rencor a toda costa. Es como una filosofía. Pero sin embargo, la cicatriz ya se ha hecho un espacio, y es difícil que las cosas después de un perdón retomen el ritmo usual de los acontecimientos. Creo que, de igual modo, todo equivaldría en que tanto sienta ganas esa persona de enmendarlo. De demostrar que lo entiende, y admitir que si estuvo equivocado. Que a lo mejor yo igualmente tuve mis fallas, y hablarlo. Honestidad. Trabajo en equipo. De cualquier modo nadie merece cargas ni responsabilidades extras. No depende de quién lleva el mayor peso, sino llevarlo juntos en cuanto se reconoce, antes obteniendo mis razones para validar la persistencia. El segundo intento.
En este espacio no se vale decir nombres, ¿quién se fue de tu lado cuando más lo necesitabas?¿qué le dirías a esa persona que hoy se fue de tu vida?
Es terrible llegar al punto de colapso donde, como si no fuese ya suficiente, te dispongas finalmente a reunir la voluntad necesaria para echar abajo incluso la poca fuerza con la que cuentas. Las emociones reales. La parte que aun no está dañada, de todas las cosas en general que si lo alcanzaron a estar, y que te llegaron a pertenecer gracias a una razón que hoy día a penas se mantiene, entre las otras pocas con las que llegaste a ser algo para ti mismo en el pasado.
Pero por supuesto, ya no se basa en el error de la postergación, o del acudir, directamente, y sin miedo en cuanto entiendes el porqué no es bueno depender del tiempo cuando una situación cree salirse de tus manos. Porque sin importar cuánto tengas, las razones para conservarlo se han agotado. En cuanto eliges, lo destramas con esperanza, y acabas preguntándote cuando miras a tu alrededor, y te das cuenta de que todo continua estando exactamente igual que el principio: “¿Para qué?”.
Pero por supuesto, ya no se basa en el error de la postergación, o del acudir, directamente, y sin miedo en cuanto entiendes el porqué no es bueno depender del tiempo cuando una situación cree salirse de tus manos. Porque sin importar cuánto tengas, las razones para conservarlo se han agotado. En cuanto eliges, lo destramas con esperanza, y acabas preguntándote cuando miras a tu alrededor, y te das cuenta de que todo continua estando exactamente igual que el principio: “¿Para qué?”.
¿Qué tan a menudo pierdes la noción de ti mismo(a)?
Si de algo estoy seguro, es que no tiene ni un mínimo de relación con la puntualidad. Es más, considerando y basándome en la rutina usual de mis emociones, llegar a perderme de mi propio camino solo podría suceder si el tipo de situaciones que te arrebatan todo, incluyendo la vulnerabilidad, y que solo terminan rematándote en una pequeña lista de posibilidades sin certeza que podrían hacer que te reconcilies con la inspiración, llegase a presentarse.
Y justo en este momento, yace la prueba, porque se encuentra sucediendo. Empecé con un inicio sin prevenir que no posee momento ni razón para creer que llego a existir realmente, durante todo el proceso. Y terminé en un final que no termina de concluirse por no saber en qué se baso el verdadero origen, la razón para que se hiciese realidad. Desgano, furia, desespero. Escalar muros lizos todos los días. Igualmente nos encontramos con una clase de razón cargada que se desvive por hacerme pertenecer, y a duras penas, no bajar la guardia todavía. Pero todo parece y se siente tan hiriente, que tal cual como sucede con la inspiración con la que solía contar, los pensamientos que necesito para seguir en porte firme se encuentran perdidos dentro del resto que lucha por llegar a la linea de meta.
Y justo en este momento, yace la prueba, porque se encuentra sucediendo. Empecé con un inicio sin prevenir que no posee momento ni razón para creer que llego a existir realmente, durante todo el proceso. Y terminé en un final que no termina de concluirse por no saber en qué se baso el verdadero origen, la razón para que se hiciese realidad. Desgano, furia, desespero. Escalar muros lizos todos los días. Igualmente nos encontramos con una clase de razón cargada que se desvive por hacerme pertenecer, y a duras penas, no bajar la guardia todavía. Pero todo parece y se siente tan hiriente, que tal cual como sucede con la inspiración con la que solía contar, los pensamientos que necesito para seguir en porte firme se encuentran perdidos dentro del resto que lucha por llegar a la linea de meta.
¿Consideras correcto el permanecer al lado de una persona que no demuestra ni el más mínimo interés por ti?
No necesitamos esforzarnos demasiado para saber que, cada situación, cada pliegue, o nuevo sentido propinado, suele poseer dos o incluso más interpretaciones con la posibilidad de cambiarlo todo. Echarnos las culpas mutuamente siempre resulta mucho menos complicado mientras solo procuremos centrarnos en el pedestal de problema, y no tomar en cuenta la fuente de arranque que terminó por llevarlo a cabo en el presente.
La única forma de darle cabida a alguien, es teniendo razones contundentes para hacerlo. Razones reales. Sentidos seguros que esa persona a raíz de ciertas acciones sorteadas, puede darte mientras te llena del impulso por acontecer cosas exclusivas, en busca de no solo encontrar correspondencia, sino causar algo en esa persona casi tan similar o incluso más fuerte de lo que te ha ofrecido con el paso del tiempo sin pensarte en una clase de competición. Porque a fin de cuentas, sabes que es todo lo contrario. Tu idea procede a evitar sentirte o hacer sentir esto una obligación; una deuda, mas si una nueva vía de libertad.
Si alguien está sin estar, mientras tu estas por completo, me temo que el único culpable es el procedente; tú mismo. Por crear razones de ángulos posiblemente inexistentes y que solo los ha venido formando tu mente. El ejemplo te lo pongo más arriba, y nuevamente lo expreso intentando ser un poco más directo: Esto sucede gracias a las idealizaciones. Porque es imposible que las personas estén solo por quererlo, a menos que tengan los pies alejados de la realidad. Se necesitan de buenos motivos que busquen diariamente inspirarte y alejarte de la rutina, y hacer de algo valido el pertenecer.
La única forma de darle cabida a alguien, es teniendo razones contundentes para hacerlo. Razones reales. Sentidos seguros que esa persona a raíz de ciertas acciones sorteadas, puede darte mientras te llena del impulso por acontecer cosas exclusivas, en busca de no solo encontrar correspondencia, sino causar algo en esa persona casi tan similar o incluso más fuerte de lo que te ha ofrecido con el paso del tiempo sin pensarte en una clase de competición. Porque a fin de cuentas, sabes que es todo lo contrario. Tu idea procede a evitar sentirte o hacer sentir esto una obligación; una deuda, mas si una nueva vía de libertad.
Si alguien está sin estar, mientras tu estas por completo, me temo que el único culpable es el procedente; tú mismo. Por crear razones de ángulos posiblemente inexistentes y que solo los ha venido formando tu mente. El ejemplo te lo pongo más arriba, y nuevamente lo expreso intentando ser un poco más directo: Esto sucede gracias a las idealizaciones. Porque es imposible que las personas estén solo por quererlo, a menos que tengan los pies alejados de la realidad. Se necesitan de buenos motivos que busquen diariamente inspirarte y alejarte de la rutina, y hacer de algo valido el pertenecer.
¿Eres de los que ante una situación critica se desesperan con facilidad o se tranquilizan para sobrellevar la situación?
Hay cosas que llegan a exasperarnos, en formas inexplicables. Que no pretendemos entender por más que nos insistan, y que nos llevan a liarnos a base de únicamente nuestra propia jurisdicción. Igualmente pienso, que la única manera de redirigirnos a la verdad, es cuando nos tomamos la molestia de pensar a partir de aquellas razones que lograron formar esta unión. El cariño, los cambios, cada nuevo desafío, juntos. Me encargo de no irreconocerme de ello y si de lo que amenaza con quebrar nuestras barreras, en cuanto algo pierde el poder de la claridad. Y mas, si es importante. Si es algo que me ha dado respuestas distintas, nuevas formas de ver.
¿Cómo se encuentra tu corazón?
¿Como explicarlo sin que suene mal?
Se encuentra viviendo cambios, muy constantes, y a pesar de eso debido a todo lo que contiene encima; recuerdos, emociones, caras..., intenta volver tolerable su propia realidad, por mas cruda que sea. Porque al mismo tiempo intenta estar acorde, respetar el resto de las posiciones, y no perder por sobre todo la noción de la suya sin dejar el resultado final en manos de nadie. La posibilidad solo le pertenece a el, pero mientras tanto, esta decidido a darse su tiempo.
Se encuentra viviendo cambios, muy constantes, y a pesar de eso debido a todo lo que contiene encima; recuerdos, emociones, caras..., intenta volver tolerable su propia realidad, por mas cruda que sea. Porque al mismo tiempo intenta estar acorde, respetar el resto de las posiciones, y no perder por sobre todo la noción de la suya sin dejar el resultado final en manos de nadie. La posibilidad solo le pertenece a el, pero mientras tanto, esta decidido a darse su tiempo.
En relación a la pregunta anterior, ¿eres bueno perdonándote a ti mismo?
No te miento. Hay momentos en los que me siento arrepentido, en los que evito, a toda costa, extraer una posibilidad que contraste las malas visiones acerca de mi mismo; donde el peso en mi pecho es tanto que ni siquiera consigo pensar con la misma prontitud de siempre. Y especialmente sucede cuando se trata de cosas realmente importantes, especiales, e incomparables para mí. Termina volviéndose difícil intentar aceptar que realmente pude hacer algo en contra a lo que más quiero, por mas inconsciente que haya podido ser. Pero esto es solo un pequeño ciclo, que ni siquiera abarca la mitad del momento. No trata de la idea de sentirme mal conmigo mismo, y reconocerlo con claridad, sino recordar el significado de aquello que inferí y poder reconducirme a quién soy en realidad, a que es lo que quiero, y entender y nuevamente tener en cuenta que como todos, puedo tener colapsos que interfieran y me alejen de mi propia verdad.
No conseguire libertad a menos que haga algo al respecto, posteriormente. Igual este tipo de casos ocurren menos de lo que se piensa. Los evito, siempre, puesto que por lo general soy muy fiel a lo que me lleva a sentir.
No conseguire libertad a menos que haga algo al respecto, posteriormente. Igual este tipo de casos ocurren menos de lo que se piensa. Los evito, siempre, puesto que por lo general soy muy fiel a lo que me lleva a sentir.
«Ella era la mejor historia. Él, el mejor lector».
Basando y haciendo escala a la anterior pregunta, esa capacidad, ¿La han sabido entender?
No del todo. Está claro que todos los ritmos son distintos, y que la mayor equivocación suele ser, en general, intentar adaptar el resto al tuyo solo porque no te encuentras dispuesto a aceptar que las cosas no todo el tiempo serán ostentadas a tu modo; entender que el único aprendizaje que podrías hallar no es el que encuentras en tus propios sentidos, sino también en varios conservados en el resto que se encuentran libres de interiorizar. Lo anterior lo menciono, porque se han presentado algunas situaciones en las que, en vez de entender mi posición, o al menos intentarlo, o al menos sumarse en respetar, prefieren optar por pretender cambiar mi sentido a uno más tibio y cerca de los que ya les pertenecen en cuanto lo notan. Algo que logre compactar, sin tropiezos, menos fuera del alcance común. De igual forma, nunca me he interesado en compartirla, ni aclararla, porque es algo mío, y por ser mío precisamente no merece estar atado a explicaciones.
Escribe algo, que defina parte de ti. Por más alocado, poco común y difícil de verbalizar que te sea.
Me gustan los cambios triviales. Hacer esto, decidir aquello, quizás contrastando la anterior opción en la siguiente, pensar en otra posibilidad a veces sin concretar la que se encuentra en marcha, volver a empezar, detenerme, hacerlo eterno si me apetece. Aquí no existen prefijos, de ningún tipo. No significa en otras palabras que viva mis días al despreocupado y que no me llame la atención proteger lo que ya forma parte. Ahora bien, igualmente he aprendido a como comprobar con éxito que para ser feliz, para sentirme alguien que puede formar parte de algo, no necesito escalas, ni planes, ni estudios de opciones. Al mismo tiempo tampoco quiere decir que no sepa cómo ir en una sola dirección, que no hayan cosas que considere incomparables, y ame tanto como puedo amar la idea llevada por la certeza de que este es el complemento que necesito, y que para que suceda, necesito el apoyo de la determinación, y consigo no solo percatarme, sino hacer algo al respecto.
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Paula.
•El Vertedero De Tyler
Kate Gorietti.
A veces las palabras destruyen, otras construyen. Haced memoria y contadme qué fue lo último que os dijeron que os destruyó y por contra, lo último que os reconfortó.
Lo último que me dije a mi mismo, y me destruyo por completo, tiene que ver con mis sentimientos. Me tambalee un poco, perdí la noción, y la forma de expresarlo no fue solo errónea, si no desastrosa, y no pude ni siquiera enmendármelo a mí mismo.
Y ahora, lo último bueno que me dijeron, fue un te amo, pero no de cualquier persona. Trata de la persona que más admiro, quiero y cuido. Me gustaría pensar que a raíz de eso de alguna forma si he podido lograr aclarar mi propia posición, empujar lejos las dudas, verme más capaz que antes… Sea cual sea el resultado, después de todo, me prometí que antes de darlo por sentado necesito comprobarlo con acciones directas gracias al significado que tiene la situación para mí; ambos. Necesito seguridad. Respetar cada ángulo de mis sentimientos. Fuera de todo esto, no hay nada que me haya generado más paz que presenciarlo, así haya sido pequeño el momento, y su respectivo complemento.
Y ahora, lo último bueno que me dijeron, fue un te amo, pero no de cualquier persona. Trata de la persona que más admiro, quiero y cuido. Me gustaría pensar que a raíz de eso de alguna forma si he podido lograr aclarar mi propia posición, empujar lejos las dudas, verme más capaz que antes… Sea cual sea el resultado, después de todo, me prometí que antes de darlo por sentado necesito comprobarlo con acciones directas gracias al significado que tiene la situación para mí; ambos. Necesito seguridad. Respetar cada ángulo de mis sentimientos. Fuera de todo esto, no hay nada que me haya generado más paz que presenciarlo, así haya sido pequeño el momento, y su respectivo complemento.
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Paula.
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