@PortraitLove
// En serio lamento mucho la tardanza ;;
Cerró con tal furia la puerta principal de su “hogar” que estaba seguro de que todo el vecindario pudo haberlo oído. Eran altas horas de la noche después de todo, y un ruido así por supuesto que perturbaría el silencio reconfortante de la fría noche.
Si, había tenido otra pelea con su padre y si, estaba huyendo.
De nuevo.
Toda la situación con su relación con su padre lo estaba desbordando cada vez más, simplemente ya no podía ni siquiera verlo o tener una conversación normal porque sabía como terminaría— Una pelea más del montón. ¿Debería estar ya acostumbrado a este punto? Y si es así, ¿por qué cada vez lo afecta más?
Thomas miró la pantalla de su celular para mirar la hora; 23:30. Mientras caminaba a prisas sin rumbo alguno, se detuvo cuando estaba seguro de haberse alejado lo suficiente de su casa y se sentó en una banqueta para darse un respiro. Apoyó su cabeza en su mano, notando que su vista se había estado nublando momentos antes de salir. Se sentía enfermo. Como si el corazón se le fuese a salir. Era una sensación extraña y horrible. Respiró profundamente, tragándose sus lágrimas a la vez que desbloqueaba la pantalla de su celular para escribir un mensaje de texto a su mejor amigo.
“Sé que es tarde, pero ¿crees que pueda pasar la noche contigo?”
Y esperó.
Y un poco más...
Sin respuesta.
No le pareció extraño no obtener una respuesta debido a la hora. Se hacía cada vez más tarde, después de todo. Pero tenía la esperanza de obtener algo del contrario. Sin más, se levantó, pasando una mano por su rostro, asegurándose de no haber derramado ni una lágrima y continuó con su caminata. Quizás lo haría sentirse mejor, ya se las ingeniaría para no volver a su casa hasta el mediodía. Necesitaba tiempo para si mismo. El barrio donde Thomas vivía estaba un poco apartado debido a su exclusividad, lo cual hacía que las calles estuvieran aún más silenciosas durante la noche. Podías escuchar las hojas de los árboles caer al suelo y el viento silbar. Pero sus pensamientos vagos pronto se vieron interrumpidos por un canto. La voz era claramente femenina pero no la reconoció, era la primera vez que la escuchaba. Como sea, se sentía atraído a ella de una manera casi hipnotizante que ni lo pensó dos veces cuando decidió ir a buscar a la dueña de la melodiosa voz. Venía de una pequeña colina cercana a donde él estaba, por lo que no tardó mucho en divisar a la chica— pero si que tardó en procesar lo que estaba viendo. Era una figura luminosa que parecía no tener pies. ¿Estaba alucinando? Todos sus problemas se esfumaron de repente, como si nada hubiese pasado antes. El pasto crujía un poco debajo de sus pies mientras se acercaba más, manteniendo una distancia segura aún así.
Cerró con tal furia la puerta principal de su “hogar” que estaba seguro de que todo el vecindario pudo haberlo oído. Eran altas horas de la noche después de todo, y un ruido así por supuesto que perturbaría el silencio reconfortante de la fría noche.
Si, había tenido otra pelea con su padre y si, estaba huyendo.
De nuevo.
Toda la situación con su relación con su padre lo estaba desbordando cada vez más, simplemente ya no podía ni siquiera verlo o tener una conversación normal porque sabía como terminaría— Una pelea más del montón. ¿Debería estar ya acostumbrado a este punto? Y si es así, ¿por qué cada vez lo afecta más?
Thomas miró la pantalla de su celular para mirar la hora; 23:30. Mientras caminaba a prisas sin rumbo alguno, se detuvo cuando estaba seguro de haberse alejado lo suficiente de su casa y se sentó en una banqueta para darse un respiro. Apoyó su cabeza en su mano, notando que su vista se había estado nublando momentos antes de salir. Se sentía enfermo. Como si el corazón se le fuese a salir. Era una sensación extraña y horrible. Respiró profundamente, tragándose sus lágrimas a la vez que desbloqueaba la pantalla de su celular para escribir un mensaje de texto a su mejor amigo.
“Sé que es tarde, pero ¿crees que pueda pasar la noche contigo?”
Y esperó.
Y un poco más...
Sin respuesta.
No le pareció extraño no obtener una respuesta debido a la hora. Se hacía cada vez más tarde, después de todo. Pero tenía la esperanza de obtener algo del contrario. Sin más, se levantó, pasando una mano por su rostro, asegurándose de no haber derramado ni una lágrima y continuó con su caminata. Quizás lo haría sentirse mejor, ya se las ingeniaría para no volver a su casa hasta el mediodía. Necesitaba tiempo para si mismo. El barrio donde Thomas vivía estaba un poco apartado debido a su exclusividad, lo cual hacía que las calles estuvieran aún más silenciosas durante la noche. Podías escuchar las hojas de los árboles caer al suelo y el viento silbar. Pero sus pensamientos vagos pronto se vieron interrumpidos por un canto. La voz era claramente femenina pero no la reconoció, era la primera vez que la escuchaba. Como sea, se sentía atraído a ella de una manera casi hipnotizante que ni lo pensó dos veces cuando decidió ir a buscar a la dueña de la melodiosa voz. Venía de una pequeña colina cercana a donde él estaba, por lo que no tardó mucho en divisar a la chica— pero si que tardó en procesar lo que estaba viendo. Era una figura luminosa que parecía no tener pies. ¿Estaba alucinando? Todos sus problemas se esfumaron de repente, como si nada hubiese pasado antes. El pasto crujía un poco debajo de sus pies mientras se acercaba más, manteniendo una distancia segura aún así.