Le han cuestionado el ser divulgador de la ciencia sin tener credenciales de cientifico o areas afines? Como ha respondido?
Sí, alguna vez. Es bastante bobo. Es como decir que uno no puede ser comentarista o divulgador de la Fórmula 1 sin ser mecánico, ingeniero o piloto. Yo no hago ciencia, ésa la hacen los científicos. Yo lo que hago es comunicarla y comentarla, mi oficio es la comunicación. Lo mismo pasa con los colegas de otras especialidades que comentan e informan de política sin ser políticos, de economía sin ser economistas, de fútbol sin ser futbolistas, de pintura sin ser pintores, de Internet sin ser ingenieros electrónicos o programadores, del hambre sin ser nutriólogos ni hambrientos, o de gastronomía sin ser cocineros
Lo que yo tengo que hacer es manejar el idioma correctamente, comprender la temática que manejo, basarme en las mejores fuentes y transmitir eficazmente la información. Yo no me invento nada, no soy un creador de información, precisamente lo que hago es divulgar la información creada por otros. Si lo hago bien, es un trabajo bien hecho. Y allí es donde los cuestionamientos son más escasos, porque después de más de 30 años de hacerlo, más o menos domino el oficio y me equivoco menos que cuando empezaba.
Sólo añadiré que ese cuestionamiento suele proceder de promotores de las pseudociencias y el pensamiento mágico, de negociantes del embuste, que le creen de arqueología a Von Däniken sin fuentes, que le creen sus traducciones del sumerio a Sichtin, también sin fuentes, que le creen a Berlitz su fantasía del Triángulo de las Bermudas, a Hahnemann la homeopatía o a otros que tampoco muestran fuentes o claramente desvirtúan los hechos sus afirmaciones sobre medicina, conspiraciones o transgénicos. Ahí queda su rigor... mortis.
Lo que yo tengo que hacer es manejar el idioma correctamente, comprender la temática que manejo, basarme en las mejores fuentes y transmitir eficazmente la información. Yo no me invento nada, no soy un creador de información, precisamente lo que hago es divulgar la información creada por otros. Si lo hago bien, es un trabajo bien hecho. Y allí es donde los cuestionamientos son más escasos, porque después de más de 30 años de hacerlo, más o menos domino el oficio y me equivoco menos que cuando empezaba.
Sólo añadiré que ese cuestionamiento suele proceder de promotores de las pseudociencias y el pensamiento mágico, de negociantes del embuste, que le creen de arqueología a Von Däniken sin fuentes, que le creen sus traducciones del sumerio a Sichtin, también sin fuentes, que le creen a Berlitz su fantasía del Triángulo de las Bermudas, a Hahnemann la homeopatía o a otros que tampoco muestran fuentes o claramente desvirtúan los hechos sus afirmaciones sobre medicina, conspiraciones o transgénicos. Ahí queda su rigor... mortis.