Has dicho varias veces que antes eras fumador ¿cómo lo dejaste? ¿utilizaste algún método para dejar de fumar? ¿las pastillas o los cigarrillos electrónicos funcionan o son un timo? Gracias.
Nada más dejé de fumar. Apagué un cigarrillo y ya no encendí otro. Ni pastillas ni cigarrillos electrónicos (que no había, fue hace 10 años) ni nada. Simplemente decidí que ya no quería fumar.
Más en detalle: los meses anteriores me había estado molestando la garganta y el tabaco dejaba de ser un buen compañero para convertirse en una molestia, así que un día decidí que ya no iba a fumar. Lo siguiente no fue fácil, no porque me dieran ganas de fumar (que no fueron demasiado problema porque tenía asumido que no volvería a fumar) sino por todos los síntomas de privación que pasé: despertar varias veces en la noche, sentir sueño a medio día, mal humor, hipersensibilidad olfativa, desgana... fueron varios meses de síntomas sucesivos explicables porque fumaba mucho: tres paquetes al día, más o menos.
Nunca lo eché de menos y tampoco me volví un talibán antitabaco, ni me molesta que fumen cerca de mí ni ninguna de esas pesadeces que convierten la fe del converso en una monserga para quienes los rodean. Yo no fumo, nada más. Ni quiero que nadie deje de fumar ni me siento superior por haberlo hecho. Ni me siento culpable por haber fumado, el tabaco fue un compañero excelente en muchos momentos de mi vida y no reniego de ellos, simplemente fue una etapa que pasé.
Más en detalle: los meses anteriores me había estado molestando la garganta y el tabaco dejaba de ser un buen compañero para convertirse en una molestia, así que un día decidí que ya no iba a fumar. Lo siguiente no fue fácil, no porque me dieran ganas de fumar (que no fueron demasiado problema porque tenía asumido que no volvería a fumar) sino por todos los síntomas de privación que pasé: despertar varias veces en la noche, sentir sueño a medio día, mal humor, hipersensibilidad olfativa, desgana... fueron varios meses de síntomas sucesivos explicables porque fumaba mucho: tres paquetes al día, más o menos.
Nunca lo eché de menos y tampoco me volví un talibán antitabaco, ni me molesta que fumen cerca de mí ni ninguna de esas pesadeces que convierten la fe del converso en una monserga para quienes los rodean. Yo no fumo, nada más. Ni quiero que nadie deje de fumar ni me siento superior por haberlo hecho. Ni me siento culpable por haber fumado, el tabaco fue un compañero excelente en muchos momentos de mi vida y no reniego de ellos, simplemente fue una etapa que pasé.