¿Qué piensa de frases como "Televisa es la verdadera secretaría de educación de México", o "Las telenovelas y los cantantes de Televisa forman emocionalmente a los mexicanos"?
Tienen mucho de cierto. La asociación de Televisa con el poder político mexicano ("somos soldados del presidente", decía Azcárraga Milmo) ha sido uno de los motores del reaccionarismo revolucionario. Mantiene fuera de las pantallas la crítica, el laicismo y en general el pensamiento ilustrado. Obviamente no se trata de una manipulación como la que imaginan algunos, donde la gente se vuelve un robot de Televisa, que es una forma muy sencilla de abdicar la responsabilidad personal. Es decir, a la gente también le resulta cómodo tener una televisión que no cuestione nada, tersa, unánime y basurienta, a la que no se le exige nada más que lo que da.