¿En que cosas y puntos de vista estás de acuerdo con Camille Plagia y cuales rechazas? ¿Qué opinas de Christina Sommers?
No conozco a fondo el pensamiento de Paglia porque además su tema no es uno de los que manejo más a fondo. En general, la idea del feminismo igualitarismo me parece la correcta y es en la que militan las feministas a mi alrededor, desde las que hacen trabajo de base hasta símbolos como Emma Watson. Pero creo que Paglia en ocasiones minimiza las desventajas reales que viven algunas mujeres en los países donde ya han conquistado todos los derechos ciudadanos, y eso es injusto. Su reacción puede ser explicable como respuesta a quienes exageran esas desventajas de una manera irracional, pero sigue pareciéndome un error porque deja la idea de que en nuestras sociedades ya no hay espacio para ciertas reivindicaciones, y basta mirar a nuestro alrededor para ver que sí, lo hay.
Christina es una amable ultraconservadora estadounidense que hace el papel de persona razonable en la derecha y viene muy bien como una forma de no parecer tan bestias como lo son en muchos temas. Creo que su visión feminista y contra los excesos posmodernistas de la izquierda regresiva es bastante equilibrada pero al mismo tiempo creo que la usa como una forma de impulsar otras facetas de su ideología que no son tan limpias.
En mi nuevo libro advierto que la izquierda "comete el imperdonable error de dejarle toda la crítica de la izquierda a quienes la hacen desde la derecha, lo que suele significar que se ejerce con menos buena fe y aún peores intenciones, incluso cuando se basa en razones sólidas". Y creo que se aplica aquí. Christina cree lo que dice, pero lo usa para desprestigiar todas las ideas de izquierda porque ella es una fervorosa militante de la derecha no sólo social, sino económica, al grado de que, si la sigues en Twitter, verás que defiende a Trump. Con cierta vergüenza, pero lo defiende y retuitea cosas que realmente dan asco. Es como si alguien inteligente de la izquierda defiende a Maduro, vamos, un punto donde la razón se rinde a la ideología hasta rozar la inmoralidad y provoca un bien fundamentado rechazo.
Christina es alguien de derecha con quien yo podría dialogar productivamente, es probable, hasta que tocáramos los temas _realmente importantes_ de justicia social (la de verdad, no la de los campus de niños ricos), de negociación colectiva, de derechos sociales básicos, de igualdad (la de verdad, la de oportunidades), de fiscalidad (la útil, la que reparte riqueza y oportunidades), de la función de estado y de la regulación del mercado por parte de la sociedad organizada. Allí es donde saltarían las chispas.
Christina es una amable ultraconservadora estadounidense que hace el papel de persona razonable en la derecha y viene muy bien como una forma de no parecer tan bestias como lo son en muchos temas. Creo que su visión feminista y contra los excesos posmodernistas de la izquierda regresiva es bastante equilibrada pero al mismo tiempo creo que la usa como una forma de impulsar otras facetas de su ideología que no son tan limpias.
En mi nuevo libro advierto que la izquierda "comete el imperdonable error de dejarle toda la crítica de la izquierda a quienes la hacen desde la derecha, lo que suele significar que se ejerce con menos buena fe y aún peores intenciones, incluso cuando se basa en razones sólidas". Y creo que se aplica aquí. Christina cree lo que dice, pero lo usa para desprestigiar todas las ideas de izquierda porque ella es una fervorosa militante de la derecha no sólo social, sino económica, al grado de que, si la sigues en Twitter, verás que defiende a Trump. Con cierta vergüenza, pero lo defiende y retuitea cosas que realmente dan asco. Es como si alguien inteligente de la izquierda defiende a Maduro, vamos, un punto donde la razón se rinde a la ideología hasta rozar la inmoralidad y provoca un bien fundamentado rechazo.
Christina es alguien de derecha con quien yo podría dialogar productivamente, es probable, hasta que tocáramos los temas _realmente importantes_ de justicia social (la de verdad, no la de los campus de niños ricos), de negociación colectiva, de derechos sociales básicos, de igualdad (la de verdad, la de oportunidades), de fiscalidad (la útil, la que reparte riqueza y oportunidades), de la función de estado y de la regulación del mercado por parte de la sociedad organizada. Allí es donde saltarían las chispas.